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lunes, 21 de noviembre de 2011

La Ruta de las que serán Violadas

Del sufrimiento de las migrantes centroamericanas que deciden marcharse hacia Estados Unidos sabe muy bien Marcela Zamora, una cineasta salvadoreña de origen nicaragüense que cuatro veces hizo y deshizo el trayecto que día a día recorren miles de centroamericanos con la esperanza de cruzar la frontera hacia el llamado sueño americano. Se trata de una angustiosa travesía por México de 5.000 kilómetros, en la que las mujeres centroamericanas padecen todo tipo de abusos.

Esas historias incluyen maltratos y violaciones, por los que estas mujeres, antes de dejar sus países, toman sus precauciones: muchas se inyectan Depo-Provera, un compuesto anticonceptivo de una sola hormona llamada medroxiprogesterona que impide la liberación del óvulo durante tres meses con una eficacia hasta del 97%. Este medicamento es vendido libremente en las farmacias centroamericanas. Algunos expertos han llamado al Depo-Provera la "inyección anti-México".

La mayoría de las personas que dejan Centroamérica para intentar llegar a EE UU son mujeres: son el 57% de los migrantes de Guatemala y el 54% de El Salvador y Honduras, según la Mesa Nacional para las Migraciones de Guatemala. Marcela Zamora cuenta que el uso de esta inyección es relativamente nuevo. En sus primeros viajes, Zamora vio que las mujeres llevaban condones, su única protección ante el abuso al que son sometidas por los llamados coyotes o polleros, las autoridades mexicanas o los bandidos que asaltan a estas mujeres y abundan en el recorrido.

Los preservativos son como amuletos a los que se aferran muchas centroamericanas. "Una mujer en la Casa del Migrante de Guatemala tenía en su bolsa como única pertenencia 12 preservativos", cuenta Argan Aragón, un especialista en migración que ha hecho el recorrido de los migrantes y se está doctorando en Sociología en La Sorbona. "Cuando se le preguntó por qué los llevaba, respondió: 'Es que yo sé a lo que voy'. Realmente saben a lo que van. Se estima que entre seis y ocho de cada 10 mujeres centroamericanas son violadas en su paso por México", asegura Aragón.

Conscientes de que no pueden evitar ser violadas, las migrantes centroamericanas deciden inyectarse Depo-Provera, así, al menos evitan quedar embarazadas producto de las violaciones. Aunque eso no las previene de enfermedades como el sida, advierte Zamora. La cineasta recuerda que en Chiapas, al sur de México, conoció la historia de un hombre que era el terror de las centroamericanas. Supuestamente portador del VIH, violaba a las mujeres impunemente. "Cometió los crímenes durante año y medio", cuenta Zamora, hasta que las autoridades de México lo detuvieron.

Además de usar Depo-Provera, las centroamericanas han optado por buscarse "maridos" en el trayecto, continúa la directora. Se unen a grupos de hombres migrantes como ellas, escogen uno y llegan con él a un acuerdo simple: protección a cambio de relaciones sexuales durante el trayecto. Otras usan su cuerpo como boleto de viaje para llegar a EE UU. "El sexo se vuelve una estrategia para ellas. Algunas cuentan que piensan librar controles de las autoridades migratorias o policiales, librar asaltos, hacerse ayudar durante el viaje o irse con un camionero de frontera a frontera, a cambio de favores sexuales", explica Aragón.

Y muchas lo logran, afirma este sociólogo. "Muchas hondureñas se visten muy sexi durante el viaje (con escotes y minifaldas), para seducir y así ir pasando los obstáculos. Conocí a una niña muy guapa, que viajaba con pollero y con toda su familia, que tenía que ir haciéndose novia de un chavo autóctono en cada camión para que la policía no le pidiera papeles a ella. También tendría que acceder a lo que le pidiera cualquier autoridad, y también se le entregaba al pollero. No sé cómo llegó a Los Ángeles, si es que llegó, pero esto ha de haber alterado su percepción de sí misma y de la de sus padres, con quien viajaba", dice Aragón.

El maltrato también viene de parte de las autoridades mexicanas, asegura Sara Lovera, periodista de ese país que ha estudiado el fenómeno. "Nadie se hace cargo de las migrantes. Ellas sufren una enorme cadena de violaciones a sus derechos humanos, y la extorsión es una de las cosas más terribles: para dejarlas pasar por México, el pago es el sexo para las autoridades", explica Lovera.

La cineasta Marcela Zamora agrega a la lista de vejaciones la extorsión a la que están sometidas por Los Zetas, la organización criminal mexicana que siembra el terror en todo el país y el norte de Centroamérica. Los Zetas, explica, secuestran a los migrantes que cruzan México y exigen a sus familiares el pago de altas sumas, que muchos no pueden entregar; si no pagan, son asesinados.

En su documental María en tierra de nadie, Zamora entrevista a una migrante que fue capturada por Los Zetas. La mujer, entre llantos, contó a la cineasta que a cambio de dejarla con vida, le exigieron que trabajara durante un mes como cocinera y empleada de un "carnicero": "Es el que mata a las personas que no tienen a nadie que responda por ellos. Destaza a la gente, los mete en un barril y les prende fuego", cuenta la mujer. "Adaptarse a esa realidad es ahora inyectarse el Depo-Provera", dice el sociólogo Argan Aragón. "Ante la absoluta desesperación e incertidumbre del viaje, las mujeres tratan de controlar lo poco que depende de ellas. Las migrantes saben que van a tener relaciones sexuales, que es muy probable que los hombres, aun en caso de relación sexual sin resistencia, no aceptarán ponerse el preservativo".

(Carlos Salinas Maldonado)

jueves, 17 de noviembre de 2011

Mujer Frontera - Border Woman

Mujer Frontera es un proyecto realizado con mujeres víctimas de la trata que participaron como mujeres activas en lugar de víctimas observadas.

Con este proyecto se ha querido:
  • Hacer visibles a las mujeres que han sufrido la trata como personas capaces de proponer y de evaluar políticas o acciones relacionadas con la atención a mujeres víctimas de la trata.
  • Dar valor a las experiencias y estrategias que han desarrollado para soportar, afrontar y superar la trata.

La investigación-acción se realizó en Filipinas, Estados Unidos, Colombia y España. Participaron mujeres de Colombia, Pakistán, Etiopía, Guatemala, México, El Salvador, Argentina, Rumanía, Filipinas, Senegal, Marruecos y Bolivia, con el siguiente perfil:
  • Mujeres que han sufrido la trata con diferentes finalidades: explotación sexual, extracción de órganos (óvulos), matrimonios serviles, matrimonios forzados, mendicidad ajena, explotación doméstica y explotación laboral en régimen de esclavitud. 
  • Mujeres que escaparon de la trata en diferentes momentos: desde mujeres que salieron recientemente (pocas semanas o meses), hasta casos de más de 10 años.
  • Mujeres que han denunciado y seguido un circuito institucional de atención, y mujeres que han preferido no denunciar y buscar mecanismos alternativos de apoyo.
Desde "Paz en las Casas, Paz en las Calles", queremos apoyar la difusión de este tipo de proyectos que ponen en evidencia las distintas formas de violencia ejercidas hacia el sexo femenino.

jueves, 10 de noviembre de 2011

Llegar Tarde (Mariana Carbajal)

La noticia conmociona. El delegado del Inadi en La Rioja, dirigente del socialismo local, está preso, acusado de rociar con alcohol y prender fuego a su esposa, Ana Carolina Morales, embarazada de cinco meses, y con quien ya tiene un hijo de un año y medio. La mujer, de 30 años, sufrió quemaduras de segundo y tercer grado en el vientre, antebrazos y manos, entre otras partes de su cuerpo. Está internada en un hospital en San Juan, recuperándose. El parte médico señala que su cuadro es “estable”. Ana Carolina se está recuperando y pudo contar la horrorosa escena, a diferencia de Wanda Taddei –quien fuera pareja del baterista del grupo Callejeros– y de tantas otras víctimas de femicidios, muertas como consecuencia de las quemaduras causadas por sus parejas o por las otras formas que adquiere la barbarie machista. Escuchar el relato de Ana Carolina estremece: “Quiso matarme. Me lo dijo varias veces... me bañó con alcohol. No vaciló ni un minuto. Me prendió fuego”, describió quebrada, entre lágrimas, en una entrevista con la radio FM Fénix de La Rioja. ¿Qué horroriza más? ¿Que Lucero fuera funcionario público, a cargo de la delegación local del organismo encargado de combatir las distintas formas de discriminación que abundan en la sociedad, entre ellas la discriminación hacia las mujeres, caldo de cultivo de la violencia de género? ¿O que su esposa hubiera hecho denuncias previas contra él en la policía provincial por malos tratos, sin que fueran tenidas en cuenta para protegerla de lo que ella seguramente advirtió que podría suceder(le) más adelante? Ana Carolina contó que ya había tenido agresiones “varias veces”, “con amenazas de muerte”. Y que hizo denuncias contra Lucero.

Al parecer, el funcionario tenía otras denuncias en su contra. Si el Inadi estaba al tanto de que Lucero tenía causas abiertas en la Justicia por incumplimiento de la cuota alimentaria con relación a otro hijo al que no habría reconocido de una pareja anterior, no debió designarlo. O tendría que haberlo separado del cargo hasta aclarar el asunto –que es grave–, si había tomado conocimiento del tema luego de su nombramiento. Del mismo modo en relación con las acusaciones que pesan sobre Lucero en tribunales de “promoción de la prostitución”. Dicho esto sugiero tratar de dejar de lado los posicionamientos políticos partidarios para mirar el caso.

En un territorio con reminiscencias feudales como La Rioja, la oficina del Inadi prometía aire fresco: era tal vez el único organismo público situado en la provincia desde donde se hablaba con un discurso de “género” y se defendía la “diversidad sexual”. Desde esa delegación se había repudiado al propio gobernador Beder Herrera cuando en diciembre de 2010 se refirió en forma despectiva a los bolivianos, mencionándolos como “chinos truchos”. A algunas coberturas periodísticas –provinciales y nacionales– parece importarles más si Lucero era afín al kirchnerismo –y por eso prefieren hablar de “escándalo”– que reflexionar sobre el caso.

El punto no es si Lucero apoyó la candidatura de CFK desde una alianza de izquierda o si estaba enfrentado al mandatario provincial. Hombres violentos, lamentablemente, hay en todos lados. Los hay en los claustros universitarios, en las fuerzas de seguridad, en el periodismo, en las cúpulas empresariales, en ámbitos judiciales, obreros, de desocupados. Y en la función pública y la política. La violencia de género no discrimina por sectores sociales. Hay hombres violentos con altos, medios y bajos ingresos. Como señala Graciela Ferreria en uno de sus libros, los maltratadores no son fácilmente reconocibles y no responden a un perfil concreto (alcohólicos, enfermos, locos, impulsivos, etc.); en la mayoría de las ocasiones tienen una buena imagen pública, son incluso seductores y es en el ámbito privado donde se sienten legitimados para ejercer la violencia (Hombres violentos, mujeres maltratadas. Aportes a la investigación y tratamiento de un problema social. Buenos Aires, Sudamericana, 1995).

El punto es investigar qué sucedió con las denuncias que hizo Ana Carolina y que no fueron escuchadas y no generaron un dispositivo que podría haberla protegido para evitar que terminara en una sala de un hospital con el 30 por ciento de su cuerpo quemado. No debemos permitir que haya otra mujer que pida ayuda para salir del círculo de la violencia machista y no la reciba. La mirada debe ir más allá de este caso. ¿Qué respuestas da el Estado en La Rioja (y en otros lugares del país) para proteger efectivamente a las mujeres víctimas de violencia machista?

Ana Carolina está internada desde el 17 de octubre. Dos días después, el 19, Ramona del Rosario García, de 43 años, fue muerta a puñaladas en el interior de su casa, en el barrio Virgen del Valle, de la capital riojana. La policía buscaba a su marido, Roque Alejandro Carrizo, de 49 años, como el autor del femicidio. A los cuatro días lo encontró ahorcado: se había suicidado, al parecer, después de asesinar a su esposa. La prensa local destacó que el 23 de septiembre, es decir, casi un mes antes, Ramona lo había denunciado por malos tratos en la comisaría 3ª. Ni la policía, ni la Justicia, ni ningún otro estamento público protegió a Ramona.

El país cuenta con una muy buena ley contra la violencia hacia las mujeres en todos los ámbitos de sus relaciones interpersonales, sancionada en 2009 y reglamentada en 2010, que obliga al gobierno a elaborar un plan nacional para prevenirla, sancionarla y erradicarla. En distintos sitios de la Argentina es posible encontrar políticas sectoriales contra la violencia de género. Pero es urgente que se articule una política nacional en todo el país, que incluya un trabajo serio con las nuevas generaciones para combatir el machismo, y para que no haya que vivir en la ciudad de Buenos Aires para contar, por ejemplo, con una brigada especializada que concurre al domicilio cuando la víctima pide ayuda, o para ir a denunciar, o para buscar asesoramiento en una oficina como la que funciona en la Corte Suprema, frente al edificio de Tribunales.

La Argentina es extensa. Las respuestas para enfrentar el problema, como en otros, son diversas. Y a veces no hay ninguna. Hay provincias donde las mujeres están más desprotegidas que en otras. En algunas comisarías de localidades rurales ni siquiera toman las denuncias por violencia de género. Hace poco me tocó socorrer a una joven correntina que trabajó hace algunos años en mi casa y un día me llamó desesperada pidiéndome que la ayudara: en su pueblo, a 100 kilómetros de la ciudad de Corrientes, no le tomaban la denuncia por las amenazas que le venía realizando su pareja –un empleado municipal– con quien convivía. Las amenazas empezaron cuando ella le planteó que quería separarse y terminar la relación. La joven tenía mucho miedo. El le decía que la iba a matar si lo dejaba. En su pueblo no encontró una oficina que le diera asesoramiento para enfrentar la situación. Tuvo que ir hasta la capital provincial para que le dijeran cómo debía actuar, después de que logré ubicar un lugar preciso para derivarla, a partir de numerosos llamados a referentes en la temática. No era información a la que pudiera acceder fácilmente cualquier mujer en Corrientes. El día que la joven tenía prevista la mudanza, un domingo por la mañana, llegué a llamar a la comisaría local e increpé al oficial de turno, para que le tomaran la denuncia y la protegieran cuando ella sacaba los muebles y sus pertenencias de la casa, ante mi desesperación por sus llamados angustiados. Ella lo único que recibía de los efectivos policiales era indiferencia y comentarios machistas. Y estaba aterrada.

Un moretón, una amenaza, un grito destemplado, son señales que no pueden desestimarse. Se corre el riesgo de llegar tarde. Para que no haya más Ramonas ni Anas Carolinas.

viernes, 14 de octubre de 2011

Género Dividido (Naomi Wolf)



 PINCHE EN LA IMAGEN PARA DESCARGARSE EL INFORME
(Informe sobre el adelanto de la mujer en el mundo, 2011)

El primero y el último de los puestos en la lista de países que figuran en el reciente tema de portada de Newsweek, El "informe sobre el adelanto de la mujer en el mundo de 2011," evocan imágenes de dos mundos diferentes. En el primer puesto de la lista -"Los mejores lugares para ser mujer"-, vemos los habituales sospechosos: Islandia y los países escandinavos, Países Bajos, Suiza y Canadá. En ese planeta vemos calificaciones sobresalientes en cinco categorías del estudio: justicia, salud, educación, economía y política. Las mujeres están superando a los hombres en la obtención de títulos universitarios (Estados Unidos), se expulsa de sus hogares a los maltratadores y se les vigila electrónicamente (Turquía) y se elige a primeras ministras (Dinamarca y Australia).

Ahora observemos el otro planeta: "Los peores lugares del mundo para ser mujer". En Chad, el peor de los peores, las mujeres "casi no tienen derechos jurídicos" y niñas de tan sólo 10 años son entregadas en matrimonio, cosa que también sucede en Níger, que ocupa el séptimo puesto en la lista de los peores. La mayoría de las mujeres de Mali -quinto de esa lista- han quedado traumatizadas por la mutilación genital. En la República Democrática del Congo, 1.100 mujeres son violadas a diario. En Yemen, los hombres pueden apalear a sus esposas cuando les apetezca.

Aunque resulta asombroso contemplar esos dos mundos con semejante detalle y rigor, su existencia no es ninguna novedad: los especialistas en desarrollo y los grupos defensores de los derechos humanos llevan años señalando esas desigualdades. Pero la opresión sistémica de las mujeres tiende a ser presentada en términos de peticiones de empatía: no hay que practicar esas políticas porque no son decentes ni ilustradas. Algunos investigadores del desarrollo han empezado a desarrollar también el atractivo argumento de que la opresión de las mujeres obstaculiza los esfuerzos de los países para escapar a la pobreza.

Pero los datos que figuran en la lista de Newsweek muestran que debemos enmarcar ese asunto en términos más enérgicos y contundentes: cuando los países pobres optan por oprimir a sus mujeres, están optando hasta cierto punto por prolongar su pobreza. La opresión de las mujeres es un asunto moral, pero también se debe considerar como una opción que los países eligen por comodidad cultural a corto plazo a expensas del progreso económico y social a largo plazo. No es políticamente correcto atribuir porcentaje alguno del sufrimiento de los países muy pobres a sus propias decisiones. Pero resulta paternalista dejar de considerar a muchos de ellos responsables en parte de su difícil situación. Evidentemente, la herencia del colonialismo -hambre, analfabetismo, falta de propiedades o de recursos jurídicos y vulnerabilidad ante la violencia estatal- es un factor de la mayor importancia en su pobreza actual; pero ¿cómo podemos echar la culpa a dicha herencia y hacer la vista gorda ante un tipo de colonialismo contra las mujeres en los propios domicilios privados y en las instituciones públicas de los mismos países?

Cuando los países más pobres -la mayoría africanos o con mayorías musulmanas- optan por mantener políticas que oprimen a las mujeres o, incluso, por idear otras nuevas, debemos estar dispuestos a decir que, en cierta medida, están optando por consiguiente por el infortunio económico. El silencio del mundo desarrollado indica que da por sentado el maltrato de las mujeres de piel negra y morena por parte de hombres de iguales colores de piel, en lugar de aplicar a todas las personas un mismo criterio de justicia.

Las sorpresas de la lista de Newsweek confirman que la educación de las mujeres impulsa la prosperidad. Muchos países con experiencias de colonialismo y otras formas de tiranía, así como países que carecen de recursos naturales abundantes, han optado por educar a las mujeres y concederles derechos jurídicos. Algunos siguen padeciendo dificultades, pero ninguno de ellos está hundido en la miseria... y algunos experimentan un auge. Piensen en China, India, Malasia, Indonesia, Brasil, Corea del Sur y Turquía.

La baja condición de las mujeres en Los Peores del Planeta no se puede achacar a insuficiencias culturales: muchos de los países que han resultado una buena sorpresa -Rumanía, Portugal, Filipinas e India- daban un trato mucho más desigual a la mujer hace sólo entre 50 y 100 años. En Pakistán, la violación marital no es ilegal y hay 800 crímenes de honor al año. Quizá el país podría conocer un auge económico si el patriarcado aflojara su tenaza.
Quien sabe de cuentas puede abrir un negocio. Quien no vive presa del pánico a la violación y a las palizas puede organizar su comunidad para perforar el suelo y hacer un pozo. Quien no somete a su hija a una herida genital traumática a los 3 años ni la entrega en matrimonio a los 10, le permite ir a la escuela. Y, cuando se case y tenga sus propios hijos, estos se beneficiarán de tener unos padres educados y con empleo, lo que significa conversaciones cultas en el hogar, contactos y estímulo para triunfar, y todo ello por partida doble. Con madres instruidas y estimulantes, los resultados son muy diferentes.

Como dijo la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, en ese número de Newsweek, "el mundo debe pensar más estratégica y creativamente sobre el potencial de las mujeres para el crecimiento. Los estudios muestran que ayudar a las mujeres a que tengan acceso al comercio y creen empresas contribuye a la creación de puestos de trabajo e impulsa los ingresos".
Pero, en el Planeta Peor, obligar a unas mujeres aterradas y sin instrucción a permanecer en el hogar es más aceptable socialmente que afrontar que eso significa optar por unos peores ingresos para todos. Ya es hora de pasar por alto el deber de los más pobres de hacer algo esencial para salir de su situación: emancipar a las mujeres.

(Naomi Wolf. Ensayista y cofundadora de la campaña América por la Libertad)



martes, 27 de septiembre de 2011

Estudio de la Información sobre la violencia contra la mujer en América Latina y el Caribe


Este documento es el resultado de una investigación sobre la información disponible para la construcción de indicadores en violencia en el mundo y particularmente en América Latina y el Caribe, primer eslabón del diseño de toda política pública y social.


El análisis realizado evidencia dos aspectos de un mismo problema; las opciones políticas y jurídicas que han marcado las tendencias en el tratamiento de la violencia, y su impacto en las formas de registro y de generación de información, que permitan configurar el mapa estadístico de la violencia de género.

Accede al artículo en su totalidad pinchando en el siguiente enlace publicación

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Taller de Nuevas Masculinidades y Cultura de Paz en El Salvador

Hoy comienza el Taller de Nuevas Masculinidades y Cultura de Paz en El Salvador. El Taller se desarrollará a lo largo del día de hoy y mañana finalizando así las formaciones que sobre esta temática se están impartiendo en América Latina.




El taller tendrá lugar en el Hotel Crowne Plaza sitado en el 89 de la Avenida Norte y 11 Calle Poniente (Centro Comercial) San Salvador, extendiendose el horario desde las 9:30 a.m hasta las 4p.m.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Taller de Nuevas Masculinidades y Cultura de Paz en Honduras

Hoy comienza el Taller Nuevas Masculindades y Cultura de Paz, este taller se desarrollará a lo largo del día de hoy y mañana en Tegucigalpa Honduras.

En él se tratará de dar una  visión global acerca de la construcción social, cultural y psicológica de las identidades masculinas, así como sus efectos en las distintas manifestaciones de violencia.

Por otro lado mediante un diagnóstico participativo se contextualizarán experiencias y desafíos  con una perspectiva territorial.

Se realizará una aproximación de las desigualdades de género en clave femenina por la presidenta de Fundación Directa, Dª Mª Ángeles Sallé.
Finalmente se tratarán entre otro temas las oportunidades para la puesta en marcha de y financiación de otros proyectos en la materia.




martes, 2 de agosto de 2011

ÚNETE para poner fin a la violencia contra las mujeres. Campaña del Secretario General de las Naciones Unidas.



En febrero de 2008, el Secretario General de las Naciones Unidas Ban Ki-moon emprendió su campaña «Únete para poner fin a la violencia contra las mujeres», una iniciativa multianual encaminada a prevenir y eliminar la violencia contra mujeres y niñas en todas las partes del mundo.
La campaña reúne a una serie de organismos y oficinas de las Naciones Unidas para impulsar la acción en todo el sistema de las Naciones Unidas a fin de prevenir y sancionar la violencia contra las mujeres.
A través de la campaña, la ONU aúna esfuerzos con los individuos, la sociedad civil y los gobiernos para poner fin a la violencia contra la mujer en todas sus formas.

lunes, 1 de agosto de 2011

Feria de Buenas Práctica en Género.

América Latina Genera quiere contribuir, como parte de su estrategia de gestión del conocimiento, a dar visibilidad y difundir experiencias desarrolladas en la región que incorporen la perspectiva de género y que contribuyan a la equidad, para extraer de ellas elementos de aprensizaje.
En el año 2007 iniciaron una línea de trabajo sobre Gender Mainstreaming y políticas públicas, como parte de ese esfuerzo nación El Festival de Buenas Prácticas, un proceso articulado en varias etapas. Desde la definición conceptual, la identificación de buenas prácticas, evaluación y exhibición, hasta la generación colectiva de nuevos conocimientos.

En este sentido el proyecto plantea:

1- Generar una metodología sencilla y amigable que permita compilar información clave sobre experiencias, tomando en cuenta los criterios consensuados sobre buenas prácticas de género.

2- Identificar y analizar las experiencias para evaluarlas como buenas prácticas de género. Se trata de codificar el conocimiento de cada experiencia, retomando los elementos, metodologías y lecciones, de manera que ese conocimiento pueda ser trasferido a otros actores.

3- Organizar una feria de exhibición virtual, se organizar un programa de actividades paralelas que incluya foros de debate, espacios creativos, etc..

4- Extraer de las Buenas Prácticas elementos que puedan generar aprendizaje colectivo y que se pueda compartir con toda la región.Se trata de transformar el conocimiento colectivo útil para diversos actores de la región y de transferir y difundir ese conocimiento.

 Entra en la página de la FERIA DE BUENAS PRÁCTICAS
     

viernes, 29 de julio de 2011

EME- Masculinidad y Equidad de Género. Chile



EME es el área de CulturaSalud dedicada a la investigación social y el desarrollo de programas y redes en temas de masculinidades y equidad de género.

El Equipo EME es una red de profesionales e investigadores relacionados a temas de género y masculinidad que desarrolla los proyectos EME y nutre e ilumina el trabajo de EME, Masculinidades y Equidad de Género.

Ofrecen los siguientes servicios en temas de género y masculinidades:

- Área Investigación: investigación, estudios, sistematizaciones o evaluaciones.
- Área Programas: diseño y ejecución de programas sociales o intervenciones psicosociales. Diseño de modelos y materiales socioeducativos.
- Área Capacitación: capacitación, cursos, formación, talleres.
- Área Consultoría: consultorías y asesorías.
- Área Grupos: grupos/talleres de paternidad. Grupos/talleres con hombres. TeatroSalud con hombres.
- Área Psicoterapia: terapia con enfoque de género y de masculinidad con hombres heterosexuales y hombres gay.
- Área venta de materiales.

jueves, 28 de julio de 2011

La Equidad de género en el Salvador. Cuaderno sobre Desarrollo Humano Nº 3 PNUD.


Este cuaderno pretende ser una mirada crítica de la situación de las mujeres y los hombres Salvadoreños y en especial a la promoción de la equidad de género en el país.
El cuaderno está estructurado en varias partes, en la primera parte se realiza un breve marco conceptual, donde además de mostrar la dimensión de género del paradigma del desarrollo humano, se aclaran conceptos claves como equidad, igualdad o mainstreaming y se señalan algunos de los principales debates en torno a la equidad de género que existen en la actualidad.

En la segunda parte se repasa en marco jurídico internacional y nacional en materia de derechos de las mujeres e igualdad de género en El Salvador y se analiza brevemente el papel de los principales actores involucrados en esta temática en el país.

El parte final del cuaderno se abordan los Objetivos de Desarrollo del Milenio y su contribución al logro de la equidad entre hombres y mujeres.


Descárgate la publicación de la página del PNUD

miércoles, 27 de julio de 2011

Buenas prácticas en Chile

Universidad Metropolitacna de Ciencias de la Educación de Santiago de Chile


El PROGRAMA COEDUCACIÓN, GÉNERO Y CULTURA DE PAZ , es una instancia de desarrollo académico dependiente de la Rectoría desde el año 2006 y fue creado en la Facultad de Filosofía y Educación como Programa Educación y Género en el año 1995.

Contempla diversas actividades en el ámbito de la docencia, extensión e investigación educativa, con el fin de incorporar la perspectiva de Género y los temas transversales de la educación al ámbito universitario en la formación de profesionales.

Su acción se fundamenta en los siguientes postulados:
  1. Los objetivos transversales de la Educación, relativos a la no discriminación de Género y Educación para la Paz, de acuerdo a la Reforma educacional del MINEDUC actualmente en vigencia.
  2. Las convenciones de los Derechos Humanos, en materia de no discriminación y convivencia pacífica.
  3. El Currículum oculto, en la realidad escolar y en las aulas universitarias.
 Entre sus objetivos estarían:
1.- Implementar actividades dirigidas al desarrollo de la temática de género y los ejes transversales de la educación, en los ámbitos de la docencia, extensión e investigación, para la formación humana y profesional y su proyección al sistema educacional chileno.
2.- Contribuir con la Reforma educacional del MINEDUC, a través de la incorporación de la perspectiva de género y de la paz en la formación profesional.
3.- Crear redes de interacción profesional en Educación y Género y Educación para la Paz, a nivel nacional e internacional.
4.- Establecer convenios de asociación e intercambio con otras instituciones abocadas al estudio e implementación de los temas transversales y la educación en valores.

sábado, 9 de julio de 2011

La juventud sin esperanza se torna a la violencia: Pandillas exportadas de los Estados Unidos hasta Centroamérica

Por Margaret Swedish

En Casa Juan Diego hemos oído de nuestros huéspedes de los problemas causados reciente mente por las pandillas violentas y fuertes entre la juventud en Centroamérica. Este artículo explica las raíces y presencia de las pandillas

Llamándolos una amenaza a la seguridad de la región, los presidentes de Honduras, El Salvador, y Nicaragua firmaron un tratado el 14 de enero poniéndose de acuerdo para cooperar en los esfuerzos de desarraigar a dos pandillas criminales peligrosas que se han extendido de las ciudades de los EUA a través de Centroamérica y varios Estados en México. Dos días después, la República Dominicana estuvo de acuerdo de participar en la campaña.

Mara Salvatrucha, tal vez la más notoria de las pandillas Centroamericanas en emerger en las últimas dos décadas, nació en Los Angeles en los 1980's entre inmigrantes salvadoreños. Su marca ha sido sentido en otras ciudades de los EUA, incluyendo a Washington, D.C., donde los miembros de Salvatrucha han sido implicados en varios tiroteos recientes.

Como llegó Salvatrucha a Centroamérica tiene tanto que hacer con las políticas de inmigración como con sus raices salvadoreñas. Bajo una rigurosa campaña de los EUA para deportar criminales extranjeros de regreso a sus países de origen, miles de miembros de pandillas han acabado en las calles de las ciudades de Centroamérica, sumergiendo a las fuerzas de la policía local por fondos insuficientes, entrena-miento, y personal (ver CAMR, noviembre diciembre 2003, o www.rtfcam.org). Las pandillas rápidamente establecieron redes en la región conectadas a miembros en los EUA, reproduciendo una operación criminal multinacional y traficando en drogas, armas, y seres humanos.

Oscar Santamaría, secretario general del Sistema de Integración Centroamericano (SICA) dijo que las pandillas son "uno de los elementos que desestabilizan Centroamérica" (NotiCen, Latin America Data Base, Vol. 9, No 5, Feb. 5, 2004).
De acuerdo con la Base de Datos Latino Americana (LADB), las fuerzas policiales en la región informan que más de 69,000 miembros de las pandillas se organizaron en 920 pandillas, mientras que otras fuentes ponen el número tan alto como de medio millón. Los informes policiales de varios países indican que en Guatemala 20 por ciento de los homicidios son cometidos por miembros de pandillas, y en Honduras y El Salvador esta figura se eleva a 45 por ciento."

Algunas fuentes dicen que pueden haber tantos como 100,000 miembros de pandillas en Honduras solamente. Con esta disparidad en los números reportados, es difícil medir la exacta magnitud del problema, pero lo que no está en disputa es la subida de los costos sociales en los países donde operan.

El tratado compromete a los gobiernos y policías de los cuatro gobiernos a cooperar en quebrar y desraizar las redes de Mara Salvatrucha y Mara 18, dos de varias pandillas operando en la región. La intención es recolectar e intercambiar información, crear una base de datos relacionada a los crímenes de las pandillas y supuestos pandilleros, y prevenir que huyan de un país a otro para evitar su captura.

El problema de las pandillas es particularmente severa en Honduras lo mismo que en El Salvador (un estimado de 10,500 miembros), y en Guatemala (un estimado de 14,000 miembros). Estas operaciones se están ha-ciendo cada vez más sofistica-das, aprovechando de la última tecnología, incluyendo computa-doras y teléfonos celulares.

"Ellos operan con tecnología moderna," dice Hamyn Gurdian, director de los asuntos juveniles de la policía nacional de Nicaragua. Sus miembros están distanciados de sus familias, y sus edades son de los 12 a los 30 años" (LADB). El problema de Nicaragua no es tan severo como el de los países vecinos, cuyos números están alrededor de 1,000 y que son responsables por solo 0.57 por ciento de los crímenes del país, de acuerdo con Gurdian.

Mientras tanto, la actividad de las pandillas centroamericanas empezaron a afectar a México también. No es sorprendente dada su situación geográfica entre los EUA y Centroamérica. El Instituto de Migración Nacional de México (INM) le dijo a Inter Press Service (IPS) que miembros de Mara Salvatrucha y Mara 18 han aparecido en ocho estados mexicanos, haciendo "un problema para la seguridad nacional" (IPS), Feb. 17).

Entre los blancos más vulnerables en México hay miles de inmigrantes centro-americanos indocumentados moviéndose hacia el Norte en busca de trabajo. Conforme indica IPS, las pandillas saben que muchos inmigrantes traen efectivo para pagarle a los contrabandistas que los llevan a través de México y dentro de los EUA.
Los inmigrantes "deberían saber que nosotros dominamos acá," dijo un guatemalteco de 23 años, Daniel López, un miembro de Salvatrucha que fue arrestado por atacar y robar a los inmigrantes que se mueven a través de Chiapas. (IPS).

Los métodos son a menudo brutales. La policía mexicana dice que tantos como 200 asesinatos en Chiapas el año pasado fueron efectuados por miembros de pandillas, y que una tercera parte de las víctimas fueron torturadas o violadas antes de ser muertas.

De verdad, la brutalidad se ha vuelto el sello de las operaciones de las pandillas, un método para enviar mensajes desafiantes a las autoridades del gobierno que están inclinados en usar la mano dura contra los miembros de las pandillas, por poner en ejecución la lealtad entre pandillas, y por castigar a los rivales.
El nuevo presidente de Guatemala, Oscar Berger, que fue inaugurado el 14 de enero anunció su compromiso de reunirse con sus colegas regionales en la campaña anti Mara. El 28 de enero, el cuerpo de un hombre fue encontrado atado de pies y manos, con una venda sobre los ojos, y un torniquete en la garganta, en un túnel cerca de un centro comercial en la Ciudad de Guatemala. Adjunto encontraron una nota que decía: "Si siguen persiguiendo a las pandillas, la gente seguirá muriendo" (AP, enero 28).

Berger golpeó con una nota desafinaste, proclamando, si guerra es lo que quieren, guerra es lo que van a tener" (LADB).

Mensajes similares han sido enviados al presidente de Honduras Ricardo Maduro, desde que el gobierno ha empezado a actuar con mano dura contra las pandillas (ver CAMR). Los cuerpos de varias jóvenes, algunos desmembrados, han aparecido en las calles de Honduras a través de varios meses con mensajes adjuntos, a Maduro.

La cabeza decapitada de Lilian Diaz de 22 años fue encontrada en Tegucigalpa el 19 de enero con el mensaje: Feliz Año Nuevo al Presidente Maduro. Este es otro desafío. Las siguientes víctimas serán policías y dos periodistas." El resto del cuerpo de Díaz fue encontrado dentro de una maleta cerca de la prisión de la ciudad capital (LADB).
Cinco cabezas decapitadas han sido dejadas en las calles hasta ahora en este año, la más reciente en San Pedro Sula el 21 de marzo. La cabeza de un hombre no identificado fue llenada en una bolsa negra de plástico con una nota adjunta, "ja ja puercos … el fin del mundo se acerca" (Reuters).

A pesar de estos incidentes, los líderes del gobierno en ambos Honduras y El Salvador acreditan a una nuevas y más duras leyes anti pandillas pasadas el año pasado con la encarcelación de cientos de miembros de pandillas y una reducción en el número de homicidios. Maduro reclama que los asesinatos han bajado 57 por ciento desde que pasaron las leyes.

Pero las leyes también han ocasionado represalias de los miembros de las pandillas y preocupaciones de algunos de los lideres de la iglesia y de la comunidad de los derechos humanos, que dicen que las medidas penales no serán suficientes para eliminar el fenómeno, a menos que la marginalización de la juventud de la región, que los empuja hacia las pandillas sea también tomada en cuenta.

Otros dicen que la juventud está siendo criminalizada por lo que es, más que por lo que hace. La nueva ley de Honduras hace que el pertenecer a una pandilla sea un crimen castigable hasta por 12 años de prisión.

Tener un tatuaje con el símbolo de una pandilla puede ser suficiente para ser llevado a la cárcel.

Muchos abogados, jueces, y grupos de derechos humanos dicen que las leyes no son constitucionales, violan los derechos humanos fundamentales como la libre asociación, el respeto para el proces de la ley, y el requerimiento que el gobierno produzca la evidencia para justificar los cargos criminales.

En El Salvador, el Presidente saliente Francisco Flores expresó frustración con los jueces que están rehusando implantar las nuevas leyes, quejándose de que de 8,500 casos traídos hasta ahora (bajo las nuevas leyes) solo 425 han resultado con sentencias de prisión de acuerdo con LADB. "El miembro de la pandilla que ellos dejan libre con un doble caso de impunidad y al quedar libre regresa con más poder para cometer crímenes," dijo él.

Flores presionó a la Asamblea Nacional a crear "cortes especiales" para tratar con miembros de las pandillas, aunque la Corte Suprema de El Salvador dice que no sería constitucional hacerlo.

Su sucesor, Tony Saca, que ganó las elecciones presidenciales del 21 de marzo, proviene del mismo partido derechista, La Alianza Republi-cana Nacional (ARENA), y corrió bajo la misma plataforma anti crimen. No se espera que el se vuelva taras del liderazgo de ARENA de utilizar mano dura.

Los miembros del Congreso de Guatemala están estudiando las nuevas leyes de El Salvador y de Honduras mientras escriben la nueva legislación para confrontar el creciente problema aquí. Dijo el Presidente Maduro de Honduras, "nosotros estamos atentos para exportar (nuestro) plan al gobierno de Guatemala" (LP).

Mientras tanto, siguiendo su inauguración, Berger ordenó al ejercito a las calles en patrullas conjuntas con las fuerzas de la policía, "un movimiento que ha resultado en el arresto de muchos miembros de pandillas." Pero es también polémico dada la reciente historia de la brutal represión militar.

La mano dura en El Salvador y en Honduras ha tenido, aparentemente, el efecto no intencionado pero inevitable de dispersar las pandillas hacia países vecinos de Centroamérica, exacerbando el problema en Guatemala y vertiendo sobre Mexico. Las autoridades mexicanas dicen que la presencia de Salvatrucha y Mara 18 fue marginal hasta el año pasado (IPS).

Nicaragua se unió a sus vecinos en el tratado anti pandillas, aunque todavía no encara el mismo nivel de actividad de pandillas que sus vecinos del norte. Pero la decisión del gobierno de unirse al esfuerzo es una indicación de su nivel de interés que podría pronto encarar una situación similar.

Mucha gente que trabaja con la juventud teme que las duras medidas nuevas solo harán las cosas peores. Emilio Goubaud que trabaja en un centro de rehabilitación para ex miembros de pandillas en Guatemala le dijo a La Prensa Latinoamericana que "el gobierno no estaba viendo las causas del problema y que el acercamiento a la línea de mano dura solo haría a las pandillas más violentas".

Dijo Gobaud, "Si ellos continúan con esta actitud estos grupos se van a convertir en insurgentes subterráneos, y generarán una guerra contra la policía."
Gobaud y otros trabajadores de derechos humanos y de la juventud tienen el plan de ejecer presiones contra la legislación anti pandillas, diciendo que el foco debe ser "prevención y reinserción a través de Centroamérica."

Pascual Campos, un sacerdote que trabaja en los barrios pobres de la Ciudad de México, expresó preocupaciones similares con respecto al gobierno de México: "Yo espero que el gobierno mexicano actuará sabiamente con respecto al problema de las pandillas, poniendo énfasis en la educación, los deportes y las oportunidades de empleo para los jóvenes." Dijo, "El mejor antídoto contra la violencia es trabajar con los jóvenes, más que la represión" (IPS).

Campos nota que muchos jóvenes están motivados a unirse a las pandillas por el quiebre de la fabrica social," que desarrolla "un criadero para las pandillas." En sus "maras" ellos encuentran un sentido de pertenecer a una "familia," algún estado en las calles, y protección contra las pandillas rivales.

"Mis tatuajes son como decir, yo tengo este apellido, que yo soy parte de esta familia," Alan Mendez, un hondureño de 20 años que está cumpliendo tiempo en México por una serie de ofensas cometidas en la frontera con Guatemala, se lo dijo a la publicación semanal Cambio" (IPS).

Comentarios como estos indican no solamente las causas raices del creciente fenómeno de las pandillas, sino también la insuficiencia de enfrentar la crisis con medidas punitivas de corto plazo. Cientos de miles de jóvenes han sido desarraigados, desempleados, y abandonados a su suerte, como resultado de las severas tensiones en la fábrica social de la región. Estas tensiones incluyen el aisla-miento social y la mar-ginalización, pobreza incre-mentada, y el rompimiento de las redes familiares como resultado del colapso de la economía rural de la región y la resultante ola de emigración. Como ejemplo, 2.7 millones de gente fuera de El Salvador, que tiene cerca de 6 millones de población, que viven fuera del país.

Añadiendo a la presión, las nuevas políticas de los EUA de deportar agresivamente "extranjeros criminales" ha adicionado a miles de jóvenes marginalizados en las calles de las ciudades centromericanas, entre ellos "soldados callejeros" y líderes de las pandillas basadas en Los Angeles. Hay un aparente sin fin de suministro de reclutas para las redes de pandillas.

El crecimiento de las pandillas en la región es una de las más trágicos legados de las décadas de levantamiento de violencia social y las esperanzas desechas de una generación que luchó para una vida mejor para su pueblo. Es también uno de las caras más obscuras del nuevo "libre comercio" del régimen neoliberal que ha desplazado a millones de personas de su tierra y de sus pueblos y los ha forzado a una de las migraciones más grandes en masa de la historia reciente.
Este duro mundo nuevo parece tener poco espacio para los empobrecidos jóvenes marginalizados más que las calles, las cárceles, y muy poco interés en su dignidad o su destino.


De la marginación al crimen organizado


Tegucigalpa. La Mara Salvatrucha (MS) y la Mara 18 dejaron de ser grupos que escuchaban rock y playero para convertirse en anexos de los criminales organizados.

Ahora se dedican al tráfico de armas, tráfico de drogas y a matar por encargo, según los expertos que trabajan con jóvenes y autoridades de investigación.

Los pandilleros antes peleaban por delimitar el territorio y demostrar su poder, ahora la rivalidad es lograr mayor dominio en las zonas urbano marginales a fin de tener facilidades en la distribución de drogas y de armas.

Sin embargo, con las reformas penales vigentes se ha visto una dramática reducción de la acción delictiva de las pandillas.

Hace dos años en Centro América el fenómeno no tenía el componente de tráfico de drogas y armas, pero ahora este elemento convierte el problema en algo detonante, consideró Jorge Valladares, Coordinador del Programa Niñez y Juventud.

Es urgente que la sociedad atienda esta dificultad en las zonas de marginación y que trabaje sobre todo con la familia, porque las pandillas se han convertido en una forma de violencia no tradicional que constituye una amenaza para el país, opinó.

Los estudios sobre las pandillas indican que los factores más importantes para el recrudecimiento de la violencia en estas organizaciones es la utilización que los criminales organizados están haciendo de las maras.

A eso se suma la influencia de los medios de comunicación, la inmigración de hondureños que han ido hacia Estados Unidos y han sido deportados por estar en maras.

Ni las organizaciones nacionales ni las estatales tienen registro de cuántos pandilleros deportados han influido en las maras.

En poder de Save the Children hay información de que, en El Salvador, entre el 9 y 10 por ciento de los pandilleros eran emigrantes de Estados Unidos.

“Podríamos asumir que como el fenómeno es similar en ambos países, en Honduras hay un porcentaje semejante”, señaló el coordinador regional del Programa Derechos de la Niñez y las Pandillas Juveniles de Save The Children, Tomás Andino.

Todos los factores mencionados han influido para que las pandillas existentes tengan un recrudecimiento de la violencia tal como ocurre en los modelos de los grupos existentes en Estados Unidos, comentó Andino.


Las pandillas son un refugio

Todas esas condiciones sociales son favorables para que los adolescentes que enfrentan la misma problemática se reúnan en grupos, se refuercen mutuamente y conformen una subcultura que entra en contradicción con las normas sociales dominantes, opinó Andino.

La cultura de la pandilla se caracteriza por la solidaridad, una concepción en la que el grupo es el centro de sus vidas y todos deben respetarlo a ultranza, agregó.

El grupo define normas que entran en contradicción con la Ley de Convivencia Social por lo que la violencia es muy utilizada para someter a los miembros a sus normas.

Los activistas de organizaciones que trabajan en el tema sostienen que las pandillas se han convertido en una especie de cárcel en el sentido de que quien entra no puede salir.

A juicio de Andino, estos grupos, cuando se reúnen, forman lo que se conoce como bandas o pandillas juveniles, que normalmente son un fenómeno no demasiado grave, el cual puede ser tratado por la comunidad y con intervención policial mínima.

Sin embargo, cuando estas asociaciones son intervenidas por organizaciones criminales, se utiliza el consumo de drogas y la comisión de delitos por encargo, entonces estos grupos se convierten en un instrumento del crimen organizado, aseveró.


Arsenal automático

Los pandilleros están cada vez más al servicio del crimen organizado, el armamentismo al interior de las pandillas deja preguntas como: ¿Quién provee las armas?

La respuesta que se infiere es que las armas sofisticadas que obtienen de manera creciente son proporcionadas por narcotraficantes, alertó el asesor presidencial en materia de Seguridad, Ramón Romero.

Refirió que, en sus operativos, la Secretaría de Seguridad ha encontrados granadas, lanzagranadas, ametralladoras, fusiles automáticos y otras armas que no se obtienen fácilmente.

El número de armas en poder los pandilleros es una cifra negra, afirmó.

En la actualidad están cometiendo descuartizamientos como si eso fuera un patrón de comportamiento de sus grupos, aseveró.

Para resolver este problema el gobierno recientemente ha reformado el artículo 332 del Código Penal, en el que se establecen penas de 9 a 12 años de cárcel para los cabecillas de asociaciones ilícitas.

“A la par de esos programas se ofrece oportunidad para las personas que quieran rehabilitarse y para eso se trabaja con organizaciones no gubernamentales”, indicó.

A través del decreto número 141-2001, hace dos años se aprobó la Ley Para la Prevención, Rehabilitación y Reinserción Social de Personas Integrantes de Pandillas o Maras.

Los pandilleros por su parte, ya tienen hasta una página en Internet a la que la policía difícilmente puede acceder porque el lenguaje que utilizan es incomprensible.


Violencia cruda

El secretario de la Asociación Cristiana de Jóvenes (ACJ), Roberto Bussi, encabezó en el 2002 una investigación de campo con las pandillas para escribir el libro “Maras en Honduras”, en el que se muestran los resultados de una investigación hecha con 500 jóvenes.

Se descubrió que dentro de las pandillas el nivel de violencia es altísimo y se han agregado elementos como el tráfico de armas y de droga.

En Honduras las pandillas existen desde 1960, pero se han vuelto peligrosas desde mediados de la década de 1990, cuando el crimen organizado se involucró con ellas.

El problema de las pandillas se intensificó sobre todo después del huracán Match, en 1998, opinó el coordinador regional del Programa Derechos de la Niñez y las Pandillas Juveniles de Save The Children.

En 1998 la destrucción del 70 por ciento de la producción, ocasionada por el Mitch, aumentó la pobreza y proliferó el pandillerismo y maras, precisa un documento de las Pandillas en Honduras, elaborado por la editorial Xibalbá.

Este huracán ha sido el peor en la historia nacional, La evaluación de daños ocasionados por el huracán Mitch, elaborado por la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), establece que el meteoro dejó 7 mil muertos, 11 mil desaparecidos y la cuarta parte de la población quedó sin empleo.


Factores que los empujan

 
Según Andino, quien también participó en la investigación de campo, los muchachos entran a pandillas porque tienen problemas sociales y familiares.

Los jóvenes buscan las asociaciones como una alternativa cuando en la familia no encuentran el afecto y sufren maltrato, la pandilla es el segundo hogar donde hay comprensión y solidaridad.

Y si en la sociedad hay falta de empleo, de educación, de organización y de recreación, a través de las pandillas los jóvenes canalizan su energía, según investigaciones de organizaciones no gubernamentales.

El gobierno carece de una cifra fidedigna, pero se estima que en el país existen unos 30 mil pandilleros y alrededor de 40 mil simpatizantes, por lo que la cifra llega a los 70 mil.

Estos jóvenes se desenvuelven en un entorno nacional en el que los adolescentes de 12 a 18 años representan el 48 por ciento del total de los 6.5 millones de habitantes.

El 50 por ciento de los adolescentes vive en condiciones socioeconómicas deprimidas y enfrenta problemas de violencia, maltrato, abuso sexual, embarazos, prostitución, adicción a drogas, establece el documento denominado la “Problemática de la Niñez y la Familia” lanzado en el Plan de Intervención a la Infancia y Adolescentes en Calle, presentado en abril de 2000.

Ese documento revela que en los centros de privación de libertad hay más de 300 jóvenes infractores y el fenómeno de las maras agrega mayor complejidad al problema.

Por su lado, el informe de Desarrollo Humano de las Naciones Unidas (IDH), elaborado en 2000, indica que el 40 por ciento de los hondureños sobrevive con menos de un dólar diario.

Esa cifra no ha sido revertida: por el contrario, el IDH de 2002 estableció que el país registró un índice de desarrollo humano inferior al de 2000.

“No hay cifras precisas sobre los índices de pobreza, pero diferentes instituciones calculan que los pobres e indigentes en Honduras andan entre el 73 y 78 por ciento.

Por lo tanto, de los 6.5 millones de hondureños, por lo menos cuatro millones y medio de personas son indigentes”, cita el libro “Familia, niñez trabajadora y escuela”, editado en 2001.

En el nombre del Padre, del Hijo y también de la Hija. Presente y futuro de la paternidad en tiempos de la cohesión social

Por Héctor Frías.(México)

Introducción


Para este Foro sobre Masculinidad en cohesión, me han pedido que escriba sobre paternidad. No es extraño que en el marco de los estudios sobre masculinidades se aborde el tema de la paternidad. Casi me atrevería a decir que es obligado hacerlo pues al revisar el significado de lo masculino (representación sociocultural del “ser hombre”), encontramos que, en nuestra sociedad, prevalece aun la idea de que para demostrar nuestra masculinidad (sin que importe mucho la edad, la condición socioeconómica, la religión, ni el grado de escolaridad), los hombres tenemos que engendrar un (a) hijo(a). Sé que es un riesgo hacer generalizaciones pues habrá sociedades en las que esto no sea así, pero por lo menos en México –con todo y que está cambiando- todavía los es. Incluso hay un viejo y conocido refrán popular que reza así “hombre soltero y maduro... homosexual (dicho en cuatro letras) seguro.

De ahí que una conclusión que se puede sacar sobre lo que en mi país se espera de los verdaderos hombres, es que sean padres. Tal vez a ello se deba, como producto de dicha exigencia social y cultural, que lo importante (para que la abuela pueda morir tranquila –y el abuelo con mayor razón)-, es que los hombres se convierten en padres, independientemente de cumplir o no con las obligaciones afectivas, económicas y legales que de la paternidad se derivan. En su Carta a mi hijo, el articulista y escritor Germán Dehesa lo expresa con mucha claridad: “En México, mi estimado Bucles (así apoda a su hijo), no es demasiado inusual tener hijos, de hecho, es más raro tener papás”[1].

En fin, lo que ahora mismo tenemos frente a nosotros/as en este Foro, es el compromiso de reflexionar y debatir sobre este asunto precisamente de la paternidad. Por lo cual y en vista de que pretendemos generar un intercambio de ideas y comentarios sobre este tema, les invito a seguir leyendo y lo que he escrito y a responder —con el objeto fomentar la participación e interacción conjunta para sacarle alguna utilidad al debate—, sobre lo qué estamos haciendo para que las formas de ejercer la paternidad permanezcan tal y como lo han hecho durante siglos o bien, para que cambien y se adapten al ritmo de otras cuestiones tales como la participación de las mujeres en la vida laboral, la política, la ciencia y por supuesto la vida familiar.

Estas transformaciones han llevado a que hoy día se esté hablando con mayor frecuencia, de temas tales como la equidad de género, los derechos humanos de las mujeres, la igualdad de oportunidades y de trato entre mujeres y hombres, las desigualdades y las brechas que separan a las mujeres de los hombres, la violencia de género, etcétera.

Durante los últimos 4 años en los que he impartido talleres de sensibilización sobre género, masculinidades y la perspectiva de género en la escuela (desde inicial hasta educación superior), constantemente aparecen comentarios relacionados con que las mujeres han tenido que dejar sus hogares para proveer a sus familias de recursos económicos, trabajando en el ámbito público, y, en consecuencia pasan menos tiempo desempeñando el rol tradicional de ama de casa, al cuidado de sus hijas e hijos, es cuando han aumentado los índices de drogadicción, desintegración familiar y embarazos no deseados en adolescentes, entre otros problemas.

La conclusión, un tanto simplista que se extrae de estos comentarios, es que la ruptura de la cohesión o unión familiar —que más tarde impactan en la cohesión social— se está agravando por que “las madres de familia descuidan actividades relacionadas con atender a sus familias por dedicarse a trabajar fuera de casa”.

Es muy curiosa esta manera unidimensional de explicar un fenómeno como el descrito, pues además de no contemplar los aspectos estructurales y de los estragos del neoliberalismo, las crisis económicas, el auge del negocio del tráfico de dogas, etc., todo se reduce a que las mujeres ya no cumplen su papel de madres. Una pregunta que hay que hacer y hacerse frente a esta situación es ¿dónde están los hombres, los padres de familia, y qué están haciendo para compensar o cubrir esos “vacíos” en el tiempo de cuidados y crianza de hijas e hijos. Cuál es el papel de los varones en relación al mantenimiento de la unidad familiar e incluso de la cohesión social, en caso de que existan vínculos entre una cuestión y otra?.

La paternidad y su significado


Vayamos por partes. Primero intentemos definir qué es la paternidad. Para ello, propongo que de manera individual, pensemos en las siguientes preguntas:

1.- ¿Qué significa ser padre o qué entiendo por paternidad?
2.- ¿Cómo he llegado a saber lo qué significa la paternidad, quién me dijo lo qué es la paternidad o dónde lo aprendí? y, finalmente
3.- ¿Para qué sirve un padre, que beneficios aporta a la sociedad la participación de los padres en cuidados, crianza y educación de las/os hijas/os?.

Para darnos una idea de las respuestas que podríamos recoger de estas preguntas, presento a continuación una muestra de los comentarios que he tomado al realizar este ejercicio de reflexión con un pequeño grupo de padres “embarazados” que asisten a un curso de cuidados perinatales que dirijo en conjunto con una ginecóloga y una terapeuta en la Ciudad de México.

Respecto a la primera pregunta, en general es difícil tener un concepto claro y sencillo sobre paternidad. Pero encontramos verbos que describen acciones que un padre “debe” desarrollar como por ejemplo (dar lo mejor de mí, formar sin imponer, acompañar/guiar en la vida y enseñar a desarrollar una libertad inteligente, dedicar tiempo.). En suma, la paternidad tiene que ver con el acto de dar y tal vez, algo mucho más importante todavía, sea el darse pues la el verbo o acción que más mencionaron estos hombres fue “estar” (estar como un amigo, estar para proteger, estar para guiar).

Al responder cómo aprendieron sobre paternidad, las respuestas indistintamente apuntan a:
a).- El propio padre.
b).- Las enseñanzas de la madre, esto es, lo que la madre les dijo que debería ser un padre.
c).- La familia, la sociedad, otras personas, etc.

Las respuestas anteriores quizá no aporten mucho de nuevo en relación al tema, pero son muy útiles para comprobar lo que dicen autores como Steve Biddulph en su libro “Educar chicos, de niños a hombres: ¿Por qué son distintos los chicos y cómo ayudarles a convertirse en hombres felices y equilibrados”: Los niños aprenden no sólo a partir de lo que les decimos sino que también adoptan nuestras actitudes”[2].

Lo que yo agregaría simplemente es que hay dos formas mínimamente de aplicar los que aprendimos de nuestro padre. Una es integrar lo que nuestro padre hacía y aplicarlo tal cual en lo que hacemos en relación a nuestros/as hijos/as y, una segunda es haciendo totalmente lo contrario, para no parecernos a él. Por ejemplo, dentro de este grupo de hombres/padres jóvenes, lo más importante ahora que esperan a sus hijas/os, es no ser igual de autoritario como lo fue su padre, aunque otros reconocen que marcarán firmemente límites, tal como su padre lo hizo con ellos, pues eso los formó como hombres de bien.

Pero ¿cuál es en sí la definición de paternidad?. Veamos: Según Yvonne Knibiehler – Padres, patriarcado, paternidad- (citada en el libro “Figuras del padre, 1997)[3], se afirma que “la paternidad es una institución sociocultural que se transforma incesantemente bajo la presión de múltiples factores. A partir esas transformaciones del patriarcado- que no ha sido destruido puesto que la dominación de los padres sobre las madres e hijos se ha ido modificando sin llegar a desaparecer- la autora describe tres momentos históricos:

1.- Antigüedad latina.- (dos etapas) Patria Potestas como poder absoluto, origen y fuente de todo poder, incluido el político y religioso. La paternidad se define como adopción: el hombre sólo es padre por su propia voluntad y no por el hecho de que haya nacido un (a) niño (a); la paternidad a diferencia de la maternidad, estaba instituida por la ley. La segunda etapa se establece a partir del cristianismo, que consolidó y difundió un nuevo sistema familiar, aunque este se había gestado antes de la propagación de la doctrina cristiana. Ahora se exalta, sobre todo, el prestigio de la paternidad: no hay diosas madres, el Dios único es Padre y el Padre es la imagen de Dios. En cambio, se limitan sus poderes efectivos: el creador de los hijos es Dios y los derechos de Dios son superiores a los del padre. Paralelamente se establece el parentesco espiritual en la figura de los padrinos, lo que subraya que el verdadero nacimiento es, en realidad el bautismo.

2.- El segundo momento corresponde a la paternidad consuetudinaria en el occidente cristiano, desde el siglo XII hasta la revolución francesa. Se produce un descubrimiento del derecho romano y se reconstruye la patria potestas. Dios, el rey y el padre de familia se presentan como garantes del orden en el antiguo régimen. Sin embargo, se pueden apreciar diversos modelos según los medios sociales, puesto que la función del padre se refiere a la transmisión de un patrimonio, de modo que la variedad de los patrimonios funda otras tantas figuras paternas, cuyo común denominador es: la preponderancia del padre, su responsabilidad, su poder de corrección y de decisión en relación con el futuro de sus hijas/os. Pero esta figura exige amor y reconocimiento, además de obediencia y respeto.

3.- Finalmente en la actualidad encontramos una declinación de la familia “tradicional” marcada por un retroceso de la presencia y del poder del padre frente a una afirmación de la madre. Esto se debe a factores políticos (el racionalismo y la revolución socavan los cimientos del poder absoluto y, por lo tanto, de la autoridad de los padres), y económicos, a partir de la revolución industrial el padre trabaja fuera de su casa; los bajos salarios exigen  también el trabajo de la madre y de las/os hijas/os. En la medida en que se promulgan leyes destinadas a proteger a los/as niños/as, como la limitación de su horario de trabajo o la escolaridad obligatoria, se limita la autoridad del padre. El poder del padre se coloca ahora bajo el control de la colectividad; así, por ejemplo, un juez puede destituir a un hombre de su poder paterno. Esto se acompaña de un doble proceso:

El centro de gravedad de la familia se desplaza hacia la madre, que asume la mayor parte de la responsabilidad educativa; las mujeres tienen menos hijos y establecen relaciones más individualizadas con ellos. -Se produce la intrusión del poder público en la vida privada: trabajadores sociales, médicos, psicólogos, jueces, se ocupan de aspectos íntimos de la vida familiar. La paternidad se representa ahora en tres grupos de relaciones: con la mujer-madre, con los poderes públicos y con los hijos e hijas que ya no son sólo del padre. Podemos concluir que el patriarcado funciona sin fisura en el interior de la familia, conserva todavía toda su potencia en la sociedad global.

Por otra parte, el significado de la paternidad contiene elementos biofísicos que expresan una relaciones de poder y parentesco: Paternidad no significa el reconocimiento de un vinculo fisiológico entre un hombre y un/a niño/a, análogo al que existe entre una mujer y su hijo/a. Tampoco se limita a ser la conciencia de la conexión existente entre el acto sexual y el embarazo, tal como se le ha entendido con frecuencia. Y, sobre todo, la paternidad no es igual a la maternidad. A la maternidad se le ha atribuido dar a luz y nutrir, mientras que a la paternidad correspondía al acto de engendrar y proveer. Actualmente, con los avances de la ciencia sabemos que tanto el hombre y la mujer aportan información genética importante para la gestación. Con ello queda más claro que “tanto el hombre como la mujer contribuyen esencial y creativamente a la reproducción.”[4]. Ahora bien, donde tenemos que seguir trabajando es en reconocer esas diferencias y aceptar que diferente no es mejor ni peor, simplemente distinto.

¿Paternidad o paternidades?

¿Cuántos tipos de paternidad existen?: Los estudios de género —específicamente los estudios de masculinidades—, están contribuyendo para obtener avances significativos hacia la definición del concepto de paternidad, pero quedan todavía muchos elementos por trabajar, más que para llegar a encontrar un concepto hegemónico de paternidad, para determinar todas las formas en que se puede ejercer la paternidad o bien, si debemos entonces hablar de paternidades.

En este sentido me gustaría aclarar de entrada que me inclino personalmente más a hablar de paternidades (en plural), pues, desde mi punto de vista, existen tantos estilos de ejercer la paternidad, como padres en el mundo. Por ejemplo, hasta ahora se han realizado investigaciones, talleres, campañas y escuelas para padres, que por lo menos nos mencionan las siguientes variantes de la paternidad:

Paternidad ausente.- En la cultura mexicana (y latina) es muy común la ausencia paterna, ya sea por ausencia real, esto es no existe un padre, o por ausencia emocional, el padre no se compromete, no cuida, no brinda afecto y, es como si no estuviera, lo cual tiene repercusiones negativas tanto para la pareja como para las/os hijas/os. A este tipo se le conoce, además de ausente, como paternidad fugitiva. La gama de hombres que entran aquí van, desde el padre migrante, hasta el que ya falleció, pasando por el padre soltero adolescente que participó en un embarazo y no se involucró ni se quedó en la relación con la pareja ni con el/la hijo/a. También estaría aquí el padre que aun conviviendo bajo el mismo techo, no participa en cuidar, alimentar, jugar ni atender a sus hijas/os, no les mira, no toma en cuenta sus necesidades materiales o afectivas, etc.

Paternidad tradicional.- Proveedor, no participa en actividades consideradas “femeninas” como cuidar y educar a las/os hijas/os, no muestra cariño, no se involucra ni en el proceso del embarazo, etc. Es una figura de autoridad, el Patriarca.

Paternidad violenta.- Este padre puede estar también ausente, sin participar de cerca en los cuidados y la crianza de las/os hijas/os. Y, cuando llega a estar presente, su presencia es negativa ya que golpea, lastima, humilla (física, psicológica y emocionalmente), ejerce violencia. Agrede con sus acciones o con sus omisiones, no apoya, no alienta, más bien trata a su familia como un cero a la izquierda.

Paternidad afectiva y responsable.- Los elementos que determinan que un hombre está tratando de ejercer eta paternidad afectiva y responsable, son, entre otros: Compromiso con hijos/as, servir de compañía (tiempo compartido), demostrar afectos, inspirar amor y no temor, escuchar sin emitir juicios, respetar la personalidad del (a) hija o hijo, ser comprensivo y que se pueda contar con él, animar a su hijo o hija a decidir y actuar por sí mismo/a, motivar al hijo/a a traer amigos a casa y crear en casa un ambiente sereno, tranquilo, feliz

Y entonces ¿ es posible seguir hablando del modelo hegemónico de paternidad o es que puede haber más, incluso los que no hemos mencionado.?. La reflexión puede ir más allá también y preguntarnos incluso, si lo que estamos presenciando es más bien una búsqueda de ese nuevo modelo de paternidades?.

¿Qué sucede actualmente, por ejemplo con las parejas que se divorcian o se separan?. En estos casos, desafortunadamente, se habla de paternidad cortada. Pero reflexionemos sobre esto y pensemos ¿se acaba la relación de la pareja porque muere la pasión, el amor y los demás vínculos que la mantenían unida, o se acaba y se rompe también el parentesco y los lazos de unión afectiva-emocional e incluso amorosa padre-hija/o. En este sentido yo comparto la idea de Biddulph quien recomienda a estos hombres separados o divorciados: “sepárate o divórciate de tu pareja no de tu hija/o[5]. Sin embargo, aunque esto está cambiando, es difícil que no suceda que al separarse la pareja, se reproduzcan los estereotipos y los roles de género y la madre se quede a cargo de sus hijas/os y los hombres se “alejen” de ellas/os. Esta es una línea de trabajo importante para los estudios de masculinidades/paternidades.

También tenemos otros tipos de paternidades que comienzan a emerger y a ser objeto de estos estudios. Este es el caso de aquellas familias (parejas) que se integran por personas del mismo sexo: hombre-hombre, mujer-mujer. Poco se ha investigado el tema de paternidades gay y maternidades lesbianas (en el caso de una pareja integrada por dos hombres y por dos mujeres respectivamente), y poco se ha abordado también si en otros casos se trata de paternidad o de paternaje, entendido como el acto de llevar a cabo la paternidad, sin importar el sexo o en todo caso la orientación sexual de la persona en la que recae dicho acto.

Sin entrar demasiado en detalles sobre este asunto por falta de tiempo, resulta interesante destacar que las “razones para ser padres” y las ideas en torno a lo que es y debe hacer un padre, manifestadas por algunos hombres que fueron objeto de la investigación de María de los Ángeles Haces[6] y que tienen como pareja a otro hombre, son muy similares a las expresadas por el grupo de hombres heterosexuales del curso de educación perinatal mencionado: “saber el significado que tenía cuidar y proteger a alguien”, “cuidar y acompañar a alguien en el paso de su vida”, “compartir la vida y ofrecer oportunidades tanto materiales como emocionales”.

En su trabajo, Haces Velasco, ejemplifica la peculiar manera de colocar en los hombres (por lo menos en México), la responsabilidad de engendrar por lo menos un/a hijo/a para validar su masculinidad. Resulta que una madre, ante la “imposibilidad” de aceptar que su hijo era gay y no le daría nietas/os, lo “obligó” a tener por lo menos un hijo, el cual ella se lo quedaría para criarlo, y así “recuperar el hijo que había perdido”[7]. En suma, todas estas paternidades pueden a su vez caer en dos grandes grupos. Paternidades biológicas y paternidades voluntarias o por adopción.

Me parece que – aun cuando es muy evidente que vivimos muchas transformaciones sociales, en efecto, todavía predomina en nuestras sociedades un modelo “clásico” de paternidad. El padre proveedor y dador del apellido, responsable de la manutención y seguridad patrimonial y económica de las hijas e hijos. Incluso las leyes sobre paternidad que protegen a los derechos de la infancia y de las mujeres, están muy enfocadas a fincar estas responsabilidades a los hombres, es decir, que por lo menos se responsabilicen de reconocer legalmente a sus descendientes, que pasen la pensión alimenticia, etc. Con lo que estamos totalmente de acuerdo en el sentido de que por lo menos el modelo estereotipado de padre proveedor sea asumido por los hombres.

Masculinidad/Paternidad y cohesión social o lo que es lo mismo, que le depara el futuro a la (s) paternidad (es).

En este sentido, ¿qué se espera de los hombres y del ejercicio de su paternidad, frente a las aceleradas transformaciones sociales donde tanto mujeres como hombres no desempeñamos ya 100% los papeles tradicionales que nuestra sociedad y cultura nos había asignado, cuál podría ser el papel y el lugar del padre en la sociedad en este, nuestro siglo XXI?.

Preguntarnos sobre el presente y futuro de la paternidad no es un asunto menor. No lo es en este tiempo de cambios, de crisis y de búsqueda de respuestas y soluciones a los problemas que nos aquejan como sociedad. Si amalgamamos este tema con el tema de las Cohesión social, encontraremos suficientes elementos que nos permitan concluir que existe una necesidad de sensibilizarnos sobre la importancia de trabajar con los hombres sobre su masculinidad en general y sobre su paternidad en particular. Me explico.  De acuerdo con el Consejo de Europa, la cohesión social puede entenderse como la capacidad de la sociedad para asegurar el bienestar de todos sus miembros minimizando las disparidades y evitando las polarizaciones. La cohesión social no puede dejarse en manos de los mercados. Son los poderes públicos, a través de las políticas públicas, los que deben asegurar que existen los mecanismos para el desarrollo de los derechos y obligaciones de los ciudadanos.

En este sentido, estamos presenciando que al calor del feminismo, del movimiento de mujeres y de la perspectiva de género —cada vez más presente incluso en leyes, programas y políticas públicas—, existen legitimas demandas de las mujeres para que los poderes públicos les garanticen bienestar frente a las nuevas necesidades que la época actual les impone, a saber: conciliar su vida laboral y familiar, lo que ha derivado en el concepto también de responsabilidades compartidas.

De ello se desprende entonces, dado que todo esto es un aspecto relacional, es decir, las mujeres viven aisladas sino que conviven con los hombres, que se espera de ellos que “asuman una postura más participativa, con mayor responsabilidad (capacidad de respuesta) y compromiso, que se involucren más en tareas tradicionalmente asignadas exclusivamente a las mujeres: cuidado, crianza y educación de hijas/os.

Pero, qué acciones se pueden instrumentar para fomentar una cultura de paternidad responsable que beneficie a los hombres, en el sentido de favorecer que puedan encontrar otras formas de ser padres; a las mujeres, para que parte de la carga sociocltural derivada de la maternidad se pase al lado de los hombres y hacer más equitativa la tarea de maternidad/paternidad?.

1.- Generar voluntad individual. Por parte de los hombres para asumir la paternidad con la responsabilidad que ello implica. Pero la responsabilidad vista no sólo como una carga negativa, sino como esa capacidad de responder a una acción, la acción de querer ser padre como parte de un proyecto personal/individual y no como u mero trámite para cumplir con un estandar social.

Esa misma voluntad se requiere para “negociar” con las mujeres (madres) espacios de participación, con la posibilidad de aprendizaje. No quedarse en el lugar cómodo de asumir que como las mujeres “sí i saben de cuidados”, pues que ellas se hagan cargo.

En el caso de las mujeres también es necesario generar voluntad individual para aprender a ”soltar” el papel de “experta exclusiva” y compartir el cuidado y crianza de hijas/os y r aceptar la diferencia, la falta de experiencia de los hombres en estos terrenos y la importancia que tiene para las hijas e hijos la relación con su padre.

Para ello, es sumamente útil invertir no sólo recursos monetarios sino tiempo y atención, a las escuelas para madres y padres, los procesos educativos de sensibilización en género. En el tema de paternidades, hay que mostrar a los padres que la mayoría de hijas/os gustan de hacer actividades en compañía de su padre. Les gusta abrazarle, jugar “luchitas” con él (sin lastimar ni lastimarse), dibujar con un gis una carreterita en el piso y jugar con carritos, preparar comida y jugar al día de campo. Les encanta que les cuenten historias, conocer en dónde trabaja y lo que hace su papá. Conozco una historia de un niño que se escondió en el auto de su padre para que éste lo llevara a su trabajo, pues aunque se lo había pedido varias veces, el padre no lo consideraba importante. Para este niño, el evento fue maravilloso pues implicaba conocer a la gente con las que el padre convivía la mayor parte del día, así como lo que hacía. Considero que la negociación es posible, principalmente cuando el fin último es el beneficio de todo el sistema familiar, sin importar a qué tipo de familia nos refiramos.

En lo colectivo, hace falta trabajar más intensamente para modificar los estereotipos de género, flexibilizar los modelos tradicionales de asignación de actividades, etc. Para ello, es fundamental acercarse a los medios de comunicación, ya que estos son una fuente de transmisión de estereotipos y concepciones que discriminan y subordinan a las mujeres. Por ejemplo, en los medios de comunicación se cosifica a las mujeres como objetos sexuales o símbolo de belleza, sobre todo en los anuncios publicitarios que por un lado ofertan cervezas o aceites para coches y, por otro lado, lo hacen utilizando como modelo a una mujer de determinadas características físicas.

Todo ello tiene un efecto porque se arraigan en nuestras mentalidades y perduran en el tiempo y nos imponen sin que nos demos cuenta y van forjando nuestras mentalidades. En este sentido, requerimos sensibilizar a los/as dueños/as y profesionales de los medios para crear nuevas imágenes de nuevas paternidades. Queremos ver imágenes de padres cocinando bien, yendo a las escuelas, cuidando la ropa de sus hijas e hijos, dándoles las medicinas cuando están enfermas/os, etc.

En lo institucional y político, se requiere, además de modificaciones a las leyes para hablar por ejemplo de igualdad entre mujeres y hombres o de acceso de las mujeres a una vida libre de violencia, así como para fincar responsabilidades a la paternidad cuando el examen de ADN sea positivo, crear otras leyes (poder legislativo), programas y políticas públicas (poder ejecutivo) y en general, apoyos y acciones afirmativas para hombres, que de paso beneficien a las mujeres por esta condición relacional, licencias por paternidad, licencias por cuidados paternos, derechos laborales para que los hombres inscriban a sus hijas/os a guarderías, etc.

Es cierto que en nuestra sociedad sigue vigente aun la idea generalizada de que la familia —independientemente del tipo de familia que imaginemos—, es el núcleo más importante de la sociedad. Es una especie de microcosmos que refleja lo que está sucediendo en el macrocosmos, esto es, en la comunidad, la sociedad, la nación. De ahí que si queremos asegurar el bienestar de todos sus miembros (tanto los de la familia como los de la sociedad), tenemos que comenzar por equilibrar las responsabilidades u obligaciones. Una buena manera de iniciar, es impulsando la participación de los padres en los cuidados, la crianza y la educación de los hijas/os. Pero para ello, se debe garantizar que las instituciones públicas, además de decirles el qué, también les proporcionen información sobre el cómo y con qué herramientas. Hacerlo así es necesario y hacerlo ahora será benefico en el nombre del Padre, del Hijo y de la Hija y a favor de la cohesión social.


Referencias bibliográficas:

  • Biddulph, Steve. Educar chicos, de niños a hombres. ¿por qué son distintos los chicos y cómo ayudarles a convertirse en hombres felices y equilibrados?. Medici. Barcelona. 200. 183 Pp.
  • CORIAC. Paternidad Afectiva. Antología. México, D.F. septiembre 2002.
  • Dehesa, Germán. No basta ser padre. Ed. Planeta, (Booket). México 2004. 232 Pp.
  • Haces Velasco, María de los Ángeles. Maternidad lesbica, paternidad gay?, del autoreconocimiento homoerótico al ejercicio parental. Una aproximación antropológica a las homofamilias. CIESAS. México, 2006. 243 Pp.
  • Instituto Nacional de las Mujeres (INAMU). Compromisos institucionales para la puesta en marcha de la política para el fomento de la paternidad responsable. SEPARATA. Ministra de la Condición de la Mujer. Costa Rica. 2001Salguero Velázquez, Ma. Alejandra. Significado y vivencia de la paternidad en el proyecto de vida de los varones. FCPyS/UNAM. México 2002. 317 Pp.
  • Torres Velázquez, Laura Evelia. Ejercicio de la paternidad en la crianza de hijos e hijas. FCPyS/UNAM. México 2002. 372 Pp.
  • Tubert, Silvia (ed.). Figuras del padre. Feminismos. Ediciones Cátedra, Universidad de Valencia. Instituto de la Mujer. Madrid 1997.




[1] Dehesa, Germán. No basta ser padre. Ed. Planeta, (Booket). México 2004. 232 Pp.
[2] Biddulph, Steve. Educar chicos de niños a hombres, ¿Por qué son distintos los chicos y cómo ayudarlos a convertirse en hombres felices y equilibrados. Ed. Medici. España 2000. Pág.61.
[3] Tubert, Silvia (ed). Figuras del padre. Pp. 15-44.
[4] Idem.
[5] Op. Cit.
[6] Haces Velasco, María de los Ángeles. Maternidad lesbica, paternidad gay?, del autoreconocimiento homoerótico al ejercicio parental. Una aproximación antropológica a las homofamilias. CIESAS. México, Pp. 177 y 178.
[7] Op. Cit. Pág. 171.