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Artículos de Elaboración Propia


En este apartado te presentamos algunos artículos elaborados por las y los integrantes del equipo del proyecto: la Fundación Directa, la Red Iberoamericana de Masculinidades y nuestro colaborador en Honduras y El Salvador, el UNFPA, sin olvidar por supuesto, a nuestros talleristas.

Reflexiones, análisis e información que puede resultarte igualmente últil en tu aproximación a la temática. 


Trabajo Social y Masculinidad

El Abordaje en los Grupos de Reflexión con Varones Denunciados por Violencia Doméstica 

(Lic. Edmundo Pérez)

Después de doce años vinculado al trabajo de masculinidad en Honduras y de haber participado en procesos de reflexión con unos cuatro mil hombres desde 1998 a 2008 en la Consejería de Familia del CESAMO Alonso Suazo, de compartir mis experiencias con otros profesionales que están comprometidos con este proceso en el área centroamericana –Puntos de Encuentro y CANTERA de Nicaragua, Carlos Leiro de Panamá, Benno de Kjeizer de México, el antropólogo inglés David Moore, miembros del grupo de Género y Masculinidad PARADYGMA de Honduras y fundamentalmente de mis amigos expertos en el tema de masculinidad del Instituto WEM de Costa Rica, puedo atreverme a proponer un marco de orientación para el abordaje de los hombres que ejercen violencia basada en género, con la clara advertencia de que éste no es un planteamiento definitivo, al cual no se puedan agregar nuevos enfoques e ideas, más bien el reto es enriquecerlo y crear a mediano plazo un modelo de atención que responda a las exigencias de nuestra realidad.

En este sentido las puertas a la crítica quedan abiertas y propongo que sea el Departamento de Salud mental de la Secretaria de Salud, quien canalice las inquietudes, interrogantes y críticas que este planteamiento pueda provocar. Sería sumamente interesante que, psiquiatras, psicólogos y psicólogas, sociólogos y sociólogas, trabajadores y trabajadoras sociales, feministas, filósofos y filosofas, de nuestra academia pudieran hacer sus aportes al respecto, lo mismo que hombres y mujeres que sin tener una formación académica afín a esta problemática se interesen en estos temas profundamente humanos.

Antes de hablar del abordaje de los hombres que maltratan a sus parejas, hijos e hijas es importante aproximarnos a una caracterización de estos, a través de algunos profesionales de las ciencias de la subjetividad que han hecho un acercamiento teórico a dicha problemática.

a. Para este psicoanalista argentino (anónimo) la violencia basada en género está asociada a:

1.      Una expresión de poder
2.      Son hombres productos de una cultura patriarcal que privilegia la violencia.
3.      Arrastran patologías del grupo familiar.
4.      Crecieron en un ambiente de discriminación genérica intrafamiliar.
5.      Son hombres emocionalmente aislados.
6.      Perciben que su autoestima y poder se encuentran amenazados.
7.      Presentan una actitud externa autoritaria pero padecen debilidad interior.


b. Michael Kauffman, psicoanalista canadiense, señala que la violencia en contra de la mujer expresa:
1.      Una triada: violencia contra si mismo, contra las mujeres y contra otros hombres.
2.      Autoridad, dominación y control.
3.      Es la violencia de una sociedad jerárquica, autoritaria, sexista, impersonal, insensata proyectada a través de un hombre individual hacia una mujer individual.
4.      Represión de la pasividad y acentuación de la actividad.
5.      Agresividad excedente.
6.      La niña y el niño antes de que puedan expresarlo verbalmente, perciben que la madre es inferior al padre y por supuesto que el hombre es superior a la mujer.
7.      Forma de combatir dudas sobre nuestra masculinidad.

c. El psiquiatra español, Luis Bonino Méndez, lo explica de la siguiente manera:
1.      La violencia no es un acto de descontrol justificado por razones externas al varón.
2.      La violencia es un mecanismo de control hacia la mujer legitimado para los varones.
3.      Poder, control, agresividad: lógica del todo o nada, constituyen el fundamento del ejercicio de violencia del hombre en contra de la mujer.
4.      Estrategia para lograr lo que se quiere.

d. Para David Whener:
1.      Los maltratadores comparten cierto déficit psicológico, baja autoestima, celotipia.
2.      Son hombres que vivieron un proceso de socialización dentro de una subcultura de violencia.
3.      La violencia contra la mujer debe verse en un marco histórico de relaciones de poder: sociales, económicas, políticas y personales favorecedoras al hombre.


A. NUESTRAS APROXIMACIONES

Se refieren a nuestros propios puntos de vista, los cuales surgen de nuestra experiencia y de las lecturas que sobre la problemática hemos realizado. Son parte del marco de orientación que sirve de guía a esta intervención en los grupos de reflexión con varones. No me adhiero a ninguna concepción que “intente” definir un perfil del hombre agresor, más bien expongo las impresiones, pensamientos y juicios que en mi propia práctica he observado a lo largo de estos años y que, por supuesto no entran en contradicción con otros puntos de vista sobre el mismo tema y tampoco son ajenas a la influencia de autores y amigos a quienes guardo admiración y respeto.
Así concluyo por ejemplo que:
1.      El hombre maltratador es producto de una cultura enferma, necrófila que privilegia el daño, la muerte, la violencia.
2.      La violencia de género en el espacio domestico: es desplazamiento.
3.      Es muerte psicológica.
4.      Es expresión de poder y autoritarismo.
5.      Exacerbación del miedo y crisis de expectativas.
6.      Crisis de legitimidad en la masculinidad.
7.      Es una fórmula para calmar el miedo, dolor, resentimientos y frustraciones que están en la subjetividad de estos hombres.

B. EL PROCESO DE DEBATE Y REFLEXIÓN 

Ningún hombre de los que pasa por este proceso puede salir del mismo sin haber sido impactado en su subjetividad. Las nuevas nociones y principios de una masculinidad alternativa entran en confrontación directa con las viejas nociones, mitos y mandatos de la masculinidad hegemónica, sin embargo, muchos de estos hombres no asimilan ni entienden el proceso y no harán cambios sustanciales en sus vidas; esta rigidez tiene que ver con una compleja multicausalidad, donde es relevante rescatar mecanismos como la represión y la resistencia, el “déficit Psicológico”, trastornos cognitivos, la adicción que produce el poder, el miedo a los cambios, la alienación y la dificultad para establecer conexiones, por ejemplo: experiencias traumáticas-ejercicio de la violencia, cultura enferma-ejercicio de la violencia de género, entre otras. Al respecto es oportuno citar a W. Risso, quien nos aclara que “es evidente que las creencias arraigadas son verdaderos motores que inspiran y mueven nuestra vida cotidiana. Su validez no suele ser motivo de escrutinio o de duda, pero sus efectos si pueden generar malestar y trastornos importantes”[1]  Por su parte Álvaro Campos Guadamuz nos hace ver que: 

“En cuanto a la vida afectiva y manejo de las emociones, estos hombres tienen grandes dificultades para hacerse cargo de los sentimientos más profundos que tienen que ver con la disforia. Ante todo viven sus emociones en una lógica de “todo o nada”, “blanco y negro”, sin grises, o se sienten bien o se sienten mal, sin distinguir la gama de las emociones humanas. En este sentido sentimientos y emociones como la tristeza, inseguridad, vergüenza, indignación, dolor, temor, frustración, sentimientos de pérdida, miedo al abandono, miedo al rechazo, entre otros, son sentimientos muy difíciles de identificar, reconocer, validar y expresar adecuadamente por parte de estos hombres. Por lo general acuden a la negación de tales sentimientos o a la minimización. Se les hace sumamente difícil hacer catarsis de tales sentimientos y por tanto ponerlos en palabras, es prácticamente imposible” [2]

Sin embargo, y a pesar de la cultura patriarcal, somos testigos de cambios dramáticos, cualitativos que están experimentando muchos hombres que pasan por estos procesos. Una investigación de impacto en este programa es algo necesario de impulsar, para dar cuenta exacta de las dimensiones de este quehacer.

Por ahora y aunque el abordaje es sumamente complejo, podemos sugerir que estos hombres sean incorporados a:

C. GRUPOS DE REFLEXIÓN
Guiados por un marco de orientación en el cual la columna vertebral está constituida por los siguientes aspectos:
1.      Aceptación de la realidad.
2.      Catarsis y Reflexión.
3.      Reparación de daños
4.      Búsqueda del sano juicio y de Fortaleza espiritual y
5.      Lo personal es político.

En cuanto a la dinámica interna del grupo coincidimos con las reglas del grupo “Soltando Amarras” (del Instituto WEM de Costa Rica) tal y como fueron construidas con el grupo:
1.      Confidencialidad
2.      Respetar las opiniones de los compañeros
3.      Disculparnos
4.      Compartir, participar y ser sinceros
5.      Podemos expresar nuestros sentimientos, si queremos
6.      Escucharnos entre nosotros
7.      Asistencia y puntualidad
8.      No agarrarnos o pelearnos entre nosotros. Resolver nuestras diferencias por medios pacíficos.
9.      Derecho a disentir, pero respetuosamente
10.  Llegar sobrio a las reuniones del grupo[3]


1. ACEPTACIÓN DE LA REALIDAD

Nuestras premisas surgen de una problematizacion existencial, “el único significado de nuestras vidas es vivir la vida”, pero no vivirla de cualquier manera, vivirla, más bien en coherencia con un planteamiento fundamentado en el respeto a los derechos de humanos y humanas. “Lo cierto es que vivir auténticamente significa que debemos interrogarnos, siquiera una vez, si acaso la vida misma tiene sentido” Esta premisa es central, por cuanto los hombres debemos empezar a pensar en el sentido de nuestras vidas.  

Pensar y luchar por la paz, por un mundo donde reine la justicia, la libertad, y donde sea posible el desarrollo de nuestras potencialidades humanas, no puede ser coherente, por ejemplo, con el ejercicio de la tiranía en el espacio doméstico.

Si metacognición es pensar lo que pensamos, es un imperativo humano empezar a revisar los fundamentos subjetivos, culturales, históricos de nuestras acciones. Aceptar la realidad es en el fondo asumir el reto de la autocrítica, saber por ejemplo que una revisión urgente del desiderátum patriarcal es necesaria en nosotros mismos si queremos vivir una vida auténtica. A este propósito debemos saber que nuestras ideas convertidas en creencias han sufrido una dimensión enajenada y que “una vez las creencias se organizan en la memoria las defendemos a muerte, no importa cuál sea su contenido. Quizá esta sea la base de la irracionalidad humana”[4]  

“Marx concebía la historia como un proceso constante en el que el hombre se construye como individuo y como especie. William James, consideraba que la vida del espíritu es el monologo interior. Bergson creía que en lo más profundo del alma somos “duración”, es decir tiempo personal intransferible que se ha vivido…Ahora bien, si el hombre es histórico y temporal, si se construye o se crea a medida que se transforma a lo largo del tiempo parece evidente que ya no es posible postular un concepto de “esencia del hombre” [5].

Si somos seres libres, si estamos sujetos al cambio, si somos perfectibles, si es posible continuar planteándonos, cuál es el significado de nuestra vidas, entonces es posible iniciar un proceso de reflexión que parta del acercamiento a nuestra realidad individual existencial.

En este sentido, este primer paso nos orienta al entendimiento que, de nada sirve un proceso de esta naturaleza si el hombre no reconoce su responsabilidad en el ejercicio de la violencia en cualquiera de sus formas. De igual manera debe admitir su celotipia, alcoholismo, drogadicción en caso de que las padezca. Sin este primer paso no existen posibilidades de cambio en la personalidad de estos varones. Admitir honestamente que hemos hecho daño nos brinda la posibilidad enorme de iniciar un proceso de crecimiento personal. Esta revelación, aunque es individual, está conectada con la historia, con la cultura y con una sociedad enferma que niega a humanos y humanas el pleno desarrollo de nuestras potencialidades. En este espacio reflexivo los hombres deben tomar conciencia crítica de lo que plantea Kaufman:

“Por supuesto, como humanos seguimos experimentando incidentes que provocan una respuesta emocional; Pero los mecanismos usuales de la respuesta emocional, desde la vivencia real de una emoción hasta la expresión de los sentimientos, sufren un corto circuito a variados grados entre muchos hombres. Sin embargo, de nuevo para muchos hombres, la única emoción que goza de alguna validación es la ira. El resultado es que una gama de emociones es canalizada en la ira. Aunque tal canalización no es exclusiva de los hombres (ni es el caso para todos los hombres), en algunos no son inusuales las respuestas violentas ante el temor y el sufrimiento, ante la inseguridad y el dolor, ante el rechazo y el menosprecio.”[6]

La absurdidad se nos expresa como paradojas. Tal Como lo apunta Michael Kauffman, “las formas en que los hombres hemos construido nuestro poder social e individual son, paradójicamente, la fuente de una fuerte dosis de temor, aislamiento y dolor para nosotros mismos. Si el poder se construye como una capacidad de actuar en formas “poderosas” requiere de la construcción de una armadura personal y de una temerosa distancia respecto de otros, si el mundo mismo del poder y los privilegios nos aparta del mundo de la crianza infantil y el sustento emocional, entonces estamos creando hombres cuya propia experiencia de poder esta plagada de problemas incapacitantes” [7]

Aceptar la realidad, es llegar a percibirnos como seres producto de una historia, alienados, ajenos a nosotros mismos, a los otros y a las otras y a nuestro mundo interior y sobre todo a descubrir que también es parte de nuestra realidad humana, la irrepetibilidad y la perfectibilidad.


2. CATARSIS

El segundo momento que sólo para fines formales se define como un paso, tiene que ver con la Catarsis. Éste es un momento sumamente doloroso donde el hombre se enfrenta ante otros hombres, a su propia realidad, y haciendo un ejercicio de sanación “relata” el daño causado. Sin embargo, este proceso no se completa si este mismo hombre no se enfrenta a su propio dolor, frustraciones, resentimientos y miedos que, junto a su propia construcción genérica están como telón de fondo de su malestar.

Hablar de lo que nos duele, viola el mandato de fortaleza física y emocional que nos exige el “desiderátum” patriarcal, no obstante, la búsqueda de cordura y de sano juicio nos exige también hablar plenamente de nuestra propia historia personal por dolorosa que sea. Además es importante entender lo que nos han dicho cantidad de filósofos, psicoanalistas, místicos que, como lo sostiene Teihlard de Chardin “todo crecimiento está vinculado a un grado de sufrimiento[8]

De una u otra forma todos tenemos responsabilidad en el ejercicio de la violencia. Nadie puede juzgar a nadie. Rescatar nuestra palabra, hacerla circular en los grupos de reflexión, nos enfrenta inevitablemente con una cultura enferma.

Nuestro relato es en lo más profundo, político. Denunciar la violencia que hemos ejercido, nos ayuda a subvertir los mandatos de una conciencia autoritaria, necrófila. Hemos ejercido violencia, pero también hemos sido victimas de la violencia.

Negarnos a seguir el “desiderátum” patriarcal, es una expresión de desobediencia. Acercarnos a la reverencia a la vida, a la coherencia, al respeto de los derechos de humanas y humanos es un acto revolucionario, es una posición crítica frente a un desorden establecido. Nuestra autocrítica es crítica revolucionaria a la cultura patriarcal. Cuando denunciamos los daños causados, la violencia contra la naturaleza, contra las mujeres, contra otros hombres y contra nosotros mismos, estamos iniciando el proceso de nuestra liberación.

Ninguna revolución será genuina si no empieza con la subversión en nuestro espacio doméstico. Al vencer al tirano que está con nosotros, de alguna forma golpeamos al sistema de opresión que han vivido nuestras sociedades. “crecer duele y asusta... abandonar las viejas costumbres y permitirse la revisión de las creencias que nos han gobernado durante años requiere de valentía” [9](9)


3. REPARACIÓN DE DAÑOS

A nuestro juicio la culpa sólo sirve para agregar dolor a nuestras vidas. Por ello centramos nuestro énfasis en la Reparación de daños como un tercer aspecto en este proceso. Si hemos aceptado que hicimos daño, que nuestros hijos e hijas y parejas han sido victimas de nosotros, si hemos llegado a un nivel mínimo de conciencia de todo lo que ello significa, entonces la propuesta es ir a reparar los daños causados, cuando sea posible hacerlo.

Es importante comprender que este paso es una exigencia para nosotros, quienes hemos reconocido haber causado daños, sin embargo son las propias victimas quienes determinarán si el daño causado es posible repararlo.

La acción individual de reparar daños es parte de nuestro compromiso en la lucha por una sociedad más humana y solidaria. Estas acciones de reparación van más allá de un acto de humildad, en realidad es la expresión de una conciencia crítica que comprende que el respeto a los derechos humanos debe estar por encima del interés individual. En la lucha por la transformación del sistema patriarcal, las primeras batallas deben librarse en el espacio doméstico. Acercarnos de manera creadora, respetuosa y solidaria a nuestras parejas, hijos e hijas, es ir sentando las bases sólidas de lo que creemos pueda ser una sociedad más humana y solidaria.

4. SANO JUICIO Y FORTALEZA ESPIRITUAL

Un cuarto momento de este proceso tiene que ver con la búsqueda de Sano juicio y de fortaleza espiritual. Creemos en la perfectibilidad del ser humano, creemos que es posible vivir sin hacer daño, creemos firmemente que, en la búsqueda del sentido a la vida, están el amor y la reverencia a la vida misma. Si no creyéramos en estos seres humanos nuestro trabajo no tendría sentido.

Sin embargo no somos idealistas para creer que todos los varones que participan o han participado en estos procesos aceptan el mismo y hacen cambios en sus vidas. Hay sociópatas, abusadores sexuales y pedófilos por ejemplo, para quienes estas intervenciones no son adecuadas. 
Existen conexiones indispensables que los hombres deben descubrir en este proceso:
Construcción de las identidades de género-ejercicio de la violencia de género, alienación-necrofilia (Fromm), cultura enferma-violencia de género, familia disfuncional-malestar (frustraciones, resentimientos, dolor, miedo).

Reitero lo que señalé al principio. El proceso es complejo y creer que en diez o doce sesiones se rompe el sistema de creencias patriarcales que llevamos con nosotros, o creer que este tiempo basta para vivir en coherencia con el sano juicio y con la espiritualidad es percibir con simpleza la naturaleza humana. La otra dificultad aparece con los mismos facilitadores de estos procesos quienes, para ser coherentes con estas intervenciones, debemos recorrer el mismo camino de quienes participan con nosotros de estas jornadas.

Para Marius Rakil, uno de los más prominentes teóricos noruegos que ha escrito sobre este abordaje con varones que han ejercido o ejercen violencia en contra de sus parejas, lo fundamental es hacer circular la palabra en estos grupos de reflexión y apuntar con certeza a las conexiones que hemos señalado.

No está demás aclarar que el proceso descrito se hace en una secuencia lógica sólo para fines de exposición. En la práctica concreta este proceso es dialéctico, contradictorio sumamente doloroso y ajeno completamente a una concepción pedagógica, bancaria y mecanicista. Esta búsqueda de Sano Juicio y de Fortaleza Espiritual nos remite de nuevo a plantearnos el sentido de nuestras vidas.

Para Víctor Frankl las dificultades para encontrarle sentido a nuestras vidas están:
a.      En que cada persona tiene que encontrar su propia respuesta, ya que ésta sólo es válida para sí mismo y respecto de un momento determinado de su vida.
b.      El ser humano y sus situaciones existenciales están sujetas a un cambio constante, y de la misma manera el “sentido” que en cada caso se debe consumar.
c.      La era de oro por los inmensos avances de la ciencia y la tecnología.
d.      La era de la angustia, que es otra de las características del hombre contemporáneo, ya que todavía no hemos asimilado un cambio cuando aparecen a la puerta otros.

A nuestro juicio este debate es fundamental en los grupos de reflexión, si no logramos trascender la dimensión psicologista[10], que trata de buscar la explicación de la violencia de género en ciertos “trastornos de la personalidad”, ignorando la cultura, la sociedad y la historia, estaremos realizando un quehacer intrascendente.

En relación al “tema de lo espiritual” generamos la discusión con este juicio del Dalai Lama Tenzei Gyatso: “la religión es algo sin lo cual nos podríamos pasar. En cambio, de ninguna manera podemos prescindir de esas cualidades espirituales básicas...La espiritualidad… me parece algo relacionado con las cualidades del espíritu humano, como son el amor y la compasión, la paciencia, la tolerancia, el perdón, la contención, el sentido de la responsabilidad, el sentido de la armonía, etcétera.” [11]


5. LO PERSONAL ES POLÍTICO

Este planteamiento nos remite al cuestionamiento crítico y radical de una sociedad sexista, jerarquizada y violenta donde el hombre se ha entronizado como “paradigma de lo humano”. La idea central es que los cambios personales deben traducirse en acciones políticas, orientadas a construir una sociedad más humana, democrática, equitativa, no discriminatoria y esencialmente revolucionaria. Esto es una sociedad donde impere el respeto irrestricto a los derechos de humanos y humanas.

No bastan las acciones individuales, si bien es cierto que derrocar al pequeño tirano del espacio doméstico es importante, también es de suma importancia entender que estas acciones individuales deben incorporarse a un proyecto político que se oriente a subvertir la tiranía patriarcal.

Al interior de las organizaciones políticas tradicionales e incluso en las mismas organizaciones denominadas revolucionarias la lucha ideológica debe ocupar un lugar relevante. Los agresores están en todas partes: en los partidos políticos de izquierda, en los partidos tradicionales, en las organizaciones gremiales, en las iglesias, en los sindicatos, en el ejército, la policía, juzgados, movimiento campesino, organizaciones de afro descendientes etcétera. Y al respecto debemos estar conscientes de que, donde exista un agresor existe un enemigo de los derechos humanos.

La idea es que se entienda, que la lucha por una nueva sociedad, es válida, justa y necesaria, pero que a la par de este proceso se debe ir forjando un nuevo hombre. Un hombre que en la vida pública y privada sea militante defensor de los derechos de humanos y humanas.

Con los hombres organizados sobre todo dirigentes gremiales que han sido remitidos a nuestra Consejería por violencia doméstica, nos cuestionamos: ¿acaso no existe incoherencia en ser un revolucionario en la calle y un opresor en el espacio doméstico?

¿Por qué será que somos tan valientes con nuestras compañeras, hijos e hijas y en cambio somos cobardes frente al sistema socio económico que nos oprime?

“Lo personal es político” es una tesis planteada por las mujeres y la cual, los varones de Honduras, debemos incorporar en todos nuestros espacios de capacitación y formación, en cualquier instancia organizativa en donde nos encontremos, no hacerlo es asumir una actitud de complicidad con el orden de cosas vigente. 

D. EXISTEN ALGUNAS NORMAS FUDAMENTALES QUE HAY QUE OBSERVAR EN ESTOS PROCESOS

1. El hombre que ejerce violencia en contra de su pareja es un ser humano que debe ser tratado con respeto y comprensión. No será culpabilizado, criticado ni condenado, por la persona que comparte con él el proceso de reflexión.

2. A estas personas del sexo masculino se les explicará desde el principio que se necesita de su franqueza y honestidad en la revelación de sus hechos violentos, además buena voluntad para el entendimiento de los mismos y para asumir un nuevo proyecto de vida.

3. Las acciones violentas, sean de la naturaleza que fueren, son responsabilidad única de la persona que las ejecuta, en este caso del hombre.

4. El ser humano, ofensor o violento, puede cambiar. Así como aprendió una conducta violenta puede aprender a vivir sin violencia, puede aprender a respetar y a no «invadir espacios».

5. El hombre maltratador debe llegar a comprender que nadie desde afuera puede «curarlo» de su violencia, que la base de sus cambios está en él mismo, en su propia fortaleza y capacidad para descubrir una nueva vida centrada en una conciencia humanista.

6. El proceso de reeducación, de deconstrucción del sistema de creencias patriarcales en la persona del sexo masculino, puede durar muchos años, por ello es necesario que el hombre que ingrese a este proceso, sea consciente de que debe seguir un programa de ayuda mutua y que debe vincularse a los esfuerzos sociales, políticos y organizativos que luchan contra la violencia de género.

7. La persona que trabaja con hombres que ejercen violencia en contra de su pareja debe comprender que, en muchas ocasiones estos ofensores no responden positivamente al proceso de reflexión y que los mismos pueden reincidir en sus acciones violentas.

8. Las personas que trabajan con hombres que ejercen violencia en contra de sus parejas pueden garantizarles confidencialidad en sus revelaciones, excepto cuando exista peligro para las víctimas.


E. PASOS RELEVANTES EN EL PROCESO

Para nuestro propio crecimiento, para poder vivir una vida sin violencia, para no continuar haciendo daño se sugieren estos pasos que son de observancia personal, e intentan constituirse en una nueva perspectiva de nuestra realidad en tanto hombres, que sea alternativa a las deformaciones que hemos sufrido como productos de una cultura patriarcal:

1.      Admitimos que hemos ejercido diversas formas de violencia en contra de nuestras parejas y que al hacerlo les hemos causado daño a ellas, a nuestros hijos e hijas, a nosotros mismos y a nuestra sociedad.
2.      Reconocemos que somos producto del sistema patriarcal y que los miedos, mandatos y expectativas que operan cuando hemos ejercido violencia, se enmarcan en relaciones de poder históricamente desiguales entre hombres y mujeres.
3.      Entendemos que nuestro proceso de cambio hacia una nueva vida sin violencia, se fundamenta en nuestras propias potencialidades internas y en el forjamiento de una conciencia humanista centrada en el respeto, la ternura, las relaciones de género igualitarias y la reverencia a la vida.
4.      Asumimos la responsabilidad de reparar los daños causados a nuestra compañera, hijos e hijas, y a otras personas víctimas de nuestros actos abusivos.
5.      Aceptamos el hecho de que este proceso de deconstrucción del sistema de creencias patriarcales que aprendimos, puede durar todo el resto de nuestras vidas por lo que nos obligamos a vigilar críticamente nuestras actuaciones día a día.
6.      Asumimos el compromiso de luchar por una sociedad donde predominen las relaciones de género igualitarias, la justicia, el bienestar de la colectividad, apoyar los esfuerzos políticos y sociales de mujeres y hombres que en forma individual o colectiva sustenten estos principios.
7.      Sostenemos que recursos espirituales como: la oración, la meditación y el sano juicio nos ayudan a mejorar nuestras relaciones con otros seres humanos.

Si revisamos detenidamente las afirmaciones de Álvaro Campos G. en su libro HOMBRES CON PROBLEMAS DE PODER Y CONTROL, respecto a algunas consideraciones sobre el comportamiento violento del hombre agresor, nos damos cuenta de que coincidimos con la esencia de estas conceptualizaciones:

* El enojo es una emoción, la violencia es un comportamiento. Puedes estar enojado y tienes derecho a experimentar este sentimiento, pero no tienes derecho a ponerte violento ni contigo mismo ni con las demás personas.
* La violencia es un comportamiento aprendido. Podemos “desaprenderlo” y aprender formas alternativas de manejar el enojo, además la violencia hacia tu pareja es un comportamiento aprendido que implica la comisión de delito.
* El comportamiento violento es una decisión, has decidido emplear la violencia con tu pareja, puedes decidir dejar de utilizarla. Si decides utilizar la violencia eres 100% responsable del comportamiento y de sus consecuencias. Ninguna frustración o “provocación” justifica la violencia hacia tu pareja.
* Muchas veces empleas la violencia como una forma de controlar a tu pareja. No puedes ni tienes derecho a controlar a otra persona. Al único que puedes controlar es a ti mismo.
* No debemos ocultar nuestras decisiones violentas bajo el pretexto del mal carácter. La violencia hacia las parejas se encuentra asociada a las ideas que tenemos acerca del poder y control que debemos ejercer sobre ellas, pues aprendimos que sólo de esa manera podemos ser hombres.”[12]


F. PERFIL DEL PROFESIONAL DE SEXO MASCULINO QUE FACILITA LOS GRUPOS DE REFLEXION CON VARONES

Deberá ser un profesional que habiendo pasado por un proceso de sensibilización y concientización, tenga conocimientos precisos sobre la construcción de las identidades masculinas y su relación con el ejercicio de la violencia de género, debe tener la convicción de luchar por una sociedad sin discriminación sexual, étnica, religiosa, política ni racial.

Además, debe ser un varón coherente en su vida pública y privada con los principios de una nueva masculinidad basada en el respeto, la ternura, la equidad de género y la reverencia a la vida.


G. ALGUNAS LECTURAS QUE GUIAN NUESTRA INTERVENCIÓN 

Además del aporte teórico de los autores que nos ayudan a comprender la temática de la violencia de género y que son señalados en la caracterización del hombre agresor, están otros autores y autoras como: Daniel Cazzes, Oswaldo Montoya Telleria, Álvaro Campos Guadamuz, José Manuel Salas, Norma Fuller, Martha Lamas, Michael Kimmel, Walter Risso, quienes nos sirven como soporte teórico en el momento de abordar todo lo relacionado con la construcción de las identidades masculinas.

Cuatro autores a mi juicio, son fundamentales para estructurar un marco de orientación en este proceso de reflexión:
-          Erich Fromm con sus libros El Arte de Amar, Ser o Tener y El Arte de Escuchar.
-          Dalai Lama con su obra El Arte de Vivir en el Nuevo Milenio, El Libro del Ego de OSHO y Auto liberación Interior de Antoni de Mello.
-          De vez en cuando utilizo la obra de Edgar Morin La Mente Bien Ordenada y
-          Walter Risso Pensar bien, Sentirse Bien.


Por supuesto que no asumo una posición dogmática, fundamentalista de estos autores con sus obras y personalmente mantengo una mente abierta a otros autores y autoras que con su elaboración teórica nos ayuden a comprender este problema humano de la violencia de género.



REFERENCIAS DOCUMENTALES Y BIBLIOGRAFICAS
Referentes a la reseña histórica

Caballero, Elsa Lily y Suazo, Martha Lorena (2004) Honduras: Masculinidad y Factores Socioculturales asociados a la paternidad CEPAL/UNFPA

FNUAP 2002 Masculinidades en América Latina y el Caribe: El Aporte del Fondo de Población de Naciones Unidas

HONDURAS Encuesta Nacional de Demografía y Salud Masculina ENDESA-M 2005-2006.

Medina, Gabriel La Construcción Socio cultural de la Sexualidad Juvenil   en Áreas Urbanas de Honduras. Honduras 2005.

Pérez, Edmundo. Apuntes sobre el Recorrido Histórico del Trabajo de Masculinidad en Honduras. Inédito

Rodríguez, Javier (2001), Masculinidad ligada a la Salud sexual y Reproductiva de Adolescentes Varones en Honduras, Tegucigalpa, Honduras.

SECRETARIA DE SALUD DE HONDURAS, PROSALVAR 2006, Masculinidades y Salud Sexual y Reproductiva

SECRETARIA DE SALUD DE HONDURAS, Departamento de Atención Integral a la Familia 2005 ¿Qué puedo hacer para incorporar el Problema de la Violencia Contra la Mujer en mi Trabajo? GUIA DE INFORMACION BASICA PARA PROVEEDORES Y PROVEEDORAS DE SERVICIOS DIRECTOS DE SALUD
 


[1] Pensar Bien, Sentirse Bien. Walter Risso pag. 2 
[2] Álvaro Campos Guadamuz
[3] Álvaro Campos G op cit. Pág.
[4] Walter Risso .Pensar Bien, Sentirse Bien
[5] Erich Fromm. Op cit
[6] Michael Kaufman las 7 P de la Violencia de los Hombres
[7]Michael Kaufman op.cit
[8] Walter Risso. Op cit
[9] Walter Risso op.cit
[10] “El psicologismo es la tendencia para ubicar la fuente de los problemas sociales en la psicología particular de quienes la experimentan…podemos entenderlo como la tendencia a interpretar los problemas sociales como resultado de la dinámica psicológica individual o interpersonal…los problemas sociales son entonces comprendidos como una derivación de determinadas “patologías” personales” (Claramunt, 2004: p.7) J.M. Salas y Álvaro Campos Guadamuz, Explotación Sexual Comercial y Masculinidad.
[11] El Dalai Lama Tensei Gyatso. El Arte de Vivir en el Nuevo Milenio
[12] Álvaro Campos Guadamuz. Op.cit


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Comunicación y Género
La experiencia en Honduras
(Mildred Tejada. UNFPA Honduras)

“Un mundo mejor es posible, una comunicación con equidad y no excluyente también lo es, será esa la única forma en que los mensajes, las voces, las pantallas líquidas nos ayuden realmente a que el mundo resulte menos ancho y ajeno”.

La comunicación es un elemento fundamental en el desarrollo humano y en todos los procesos comunicativos –sostenibles- y acompañados de asistencia técnica pueden generar una nueva perspectiva a través de la armonización de intereses de todas las partes, pues la comunicación debe fluir de forma horizontal y tomar en cuenta a todos y todas las partes involucradas.

En el caso de género, los procesos comunicativos pueden generar cambios fundamentales especialmente en la agenda mediática de los mass media, ya que muchas veces son –los medios- los encargados de reproducir los estereotipos y las construcciones sociales de modelos hombre/mujer en el mundo, y aquí en Honduras, la historia no es diferente.

En el año 2000, los 189 Estados Miembros de las Naciones Unidas se reunieron en la Cumbre del Milenio y aprobaron los ocho objetivos y las 18 metas del milenio para combatir la pobreza, el hambre, las enfermedades, discriminación, contra la mujer, la degradación de las tierras y el analfabetismo. El objetivo 3 de Desarrollo Del Milenio plantea la promoción de la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer.

En el 2007 las Naciones Unidas inician la ejecución del Programa Conjunto de Apoyo a la Seguridad Humana en tres municipios del país, Juticalpa, Comayagua y Choluteca. El objetivo general del Programa fue contribuir a prevenir los niveles de violencia y de género en particular en las y los adolescentes y jóvenes de esas localidades. El programa tiene como propósito promover mayor conciencia y oportunidades entre la juventud para la adopción de conductas de respeto y convivencia pacífica con enfoque de género.

Es así como en el componente número dos de este programa, el cual es ejecutado por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), se propone como meta el involucramiento de la comunidad y los diferentes actores sociales en la lucha contra la violencia con énfasis en violencia basada en género. Para ello los medios de comunicación cumplen una función primordial.

En el marco del desarrollo de una estrategia de comunicación que involucrara directamente al personal de los medios de comunicación en la temática, la sensibilización era fundamental (2007). Es así como para esa fecha y aprovechando los espacios y vacíos de formación académica formal que no existen en Honduras[1], se planteó un programa de alta especialización que formó a mujeres y hombres en el sector de la comunicación social con un profundo nivel de sensibilización en el tema de Género, Comunicación y Prevención de Violencia.

El diplomado ofreció una formación superior de alta calidad y se orienta directamente al ejercicio profesional de quienes laboran en medios de comunicación y estudiantes de periodismo de último año, de los municipios de Comayagua y Choluteca. La formación fue avalada por la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, como referente del máximo prestigio para los profesionales del sector y con la vocación de llenar una laguna formativa actualmente inexistente en la educación formal en el tema de género, comunicación y prevención de violencia.

A raíz de esta experiencia que fue la semilla de un proceso que se ha ido realizando a lo largo de los años, una serie de procesos con comunicadores (as) que han derramado la experiencia ya a nivel nacional, me permito enumerar los logros obtenidos hasta el momento:

1. Se logró una firma de pacto de alianza por la paz con los dueños de los medios de comunicación televisivos y radiales del departamento de Comayagua, en el cual la municipalidad, el ministerio de gobernación y la sociedad civil organizada monitorean su cumplimiento. El pacto incluye, entre otras cosas, no sexismo en el lenguaje periodístico, regulación de la transmisión de programas con contenidos violentos, etc.

2. Establecimiento de un código de ética para comunicadores (as) al momento de la difusión de la noticia. El Código es implementado y socializado por las Escuelas de Periodismo, El Colegio de Periodistas de Honduras y la Asociación de Prensa Hondureña. 

3. Instalado un observatorio de medios con estudiantes de periodismo de la Universidad centro de Comayagua que cada 6 meses dan los resultados de que el pacto se cumple o no y cómo puede mejorar la función informativa de los medios de comunicación de ese municipio.

4. El UNFPA se asoció con la Asociación de Prensa Hondureña siendo ahora las alumnas y alumnos más destacados del diplomado quienes ahora facilitan la temática de género en el ejercicio periodístico a nivel nacional. Bajo la metodología de periodista a periodista se han capacitado unos 600 periodistas en tres años en temas de Género y Masculinidades. 

5. Se cuenta con un manual de Género y Comunicación con el que se facilitan los talleres en todos los departamentos de Honduras, bajo una metodología de comunicador (a) a comunicador (a). Los temas que más se discuten y analizan son: Género, Sexismo en el lenguaje periodístico, nuevas formas de masculinidades, prevención de violencia de género y observatorios de medios de comunicación con enfoque de género. Hasta la fecha se han sensibilizado unos 320 periodistas que laboran en los M.C.M. Se espera poder aportar con la difusión de esta experiencia que consideramos se derramó de lo local a lo nacional.

6. En el 2010 el UNFPA lanzó una campaña de comunicación con un deportista hondureño dirigida a hombres “Respetar a las Mujeres es Asunto de Hombres”, esta campaña tuvo un impacto mediático alto y se cuenta con una evaluación de la campaña realizada a hombres sobre el efecto que causó la misma.

7. Actualmente el UNFPA está formando a facilitadores en nuevas masculinidades (hombres de diferentes edades y profesiones del área urbana) que estarán replicando las capacitaciones a otros grupos de hombres a nivel nacional.
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[1] Una vez que los periodistas se gradúan de licenciados (as) en periodismo, no cuenta con oportunidades de estudiar una maestría o doctorados en comunicación.